Lo firmado este jueves entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont supone el fin de la democracia en España y a que sea un Estado Fallido, tras claudicar ante el independentismo catalán y un prófugo de la Justicia española.
Un Estado fallido es aquel que no puede garantizar su propio funcionamiento, los servicios básicos a la población, ha perdido el monopolio de la fuerza, sufre un vacío de poder, legitimidad disputada o instituciones frágiles, o carece de capacidades y recursos para satisfacer las necesidades esenciales de sus ciudadanos.
Los Estados fallidos se caracterizan por su incapacidad para controlar el territorio, su falta de autoridad o su pérdida de presencia ante la comunidad internacional.
El prestigioso economista alemán Friedrich Sell publicó un artículo ya en el 2020 con Sánchez en el poder en el diario suizo Neue Zürcher Zeitung, en el que se pregunta si España va camino de convertirse en un Estado fallido, llegando a señalar que «su situación empieza a despertar una gran preocupación en Europa».
Pues bien, el documento firmado fuera del territorio español, entre el PSOE, es decir Sánchez, y Junts, o sea Puigdemont, supone finiquitar definitivamente el estado de derecho en España y declararnos como Estado Fallido, donde ya no va a existir la separación de poderes y los políticos podrán juzgara los jueces.
Sánchez ha demostrado que le da igual firmar todo, incluida sus sentencia de muerte de la actual España, con tal de seguir en La Moncloa, y que los suyos sigan manteniendo sus cargos y cobrando cuatro años más sus imponente sueldos y ,manteniendo sus prebendas.
Todo ello envuelto en la bandera del denominado «Progresismo» tras lo que realmente se esconde es una política de extrema izquierda y comunista en toda regla donde se priva a los ciudadanos de sus derechos haciéndoles creer que es lo mejor para su bienestar social y que algunos compran ese discurso.
Es cierto que una parte de la sociedad está saliendo a la calle, esa sociedad que permanecía callada y que daba la sensación de estar aborrega, y que eso puede dar lugar si que tiene su continuidad, a frenar esta situación, pero no se si será más una ilusión que una realidad.
España vive uno de los momentos más delicados de su historia, que algunos asemejan a lo ocurrido en 1936, con Sánchez emulando a Largo Caballero, incluido un atentado, que rápidamente han querido señalar que el propio Alejo Vidal Quadras, con un tiro en la cara, ha sido capaz de decir en la UCI que han sido los iraníes…
Atentos a ver como se va moviendo todo…