En la tarde de ayer, en relación a las delicada coyuntura económica, política y social en la que nos encontramos, tanto en Europa en general, como en España en particular, vi una noticia exprés en uno de los canales de televisión, donde pude percatarme que los dos lideres de los sindicatos CCOO y UGT, atienden a los nombre de Unai Sordo y un tal “Pepe Alvarez”, vasco el primero y asturiano el segundo, este último, cercano a los 70 años (en edad de jubilación), con un look de progre rancio de principio de la década de los 70, muy lejos de lo que la actividad sindical demanda en estos momentos, con gente responsable al frente de los mismos.
Antes de seguir adelante, debo decir que mi padre fue siempre militante del sindicato UGT (ferroviario) hasta su fallecimiento.
Pues bien, me he tomado la molestia de escribir estas líneas ante las declaraciones realizadas en una manifestación simbólica de UGT (no sabemos exactamente contra qué) del tal “Pepe Alvarez”, un sindicalista, como digo, muy “heavy”, con un look impropio de su edad ni de este tiempo y cara a su galería con una especie de bufandilla morada colgada al cuello, en plan Arafat, sin discurso alguno como lo indica su escasa formación, y me da que poco curtido por el trabajo.
Mas o menos, venia a decir, cuando se le pregunta sobre la protesta del sector del transporte, que ello no les incumbía pues representaba un “cierre patronal”, y no un legítimo derecho de huelga y que, por tanto, “no estaba ni a favor ni en contra” de dichas movilizaciones, o sea, en el limbo de la indefinición.
Dejando claro también que los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) apenas representan el 12% de los (por ahora) 16 millones de trabajadores de este país, recibiendo sustanciosas ayudas y subvenciones económicas, ello explica la inconsistencia de estos mal llamados lideres sindicales.
A lo largo de nuestra joven, pero al tiempo madura democracia (más de 40 años), España no ha tenido nunca una clase dirigente sindical más devaluada que la de los últimos años, en línea con la clase política desde la irrupción de Zapatero, pasando por Mariano Rajoy hasta el actual Presidente de Gobierno (o desgobierno).
Pero el colmo del despropósito viene determinado por la inexplicable complicidad de los sindicatos con este cataclismo económico, también social y político, en el que estamos sumidos, pues son incapaces de movilizar a sus afiliados (y de paso a la ciudadanía) para exigir al Gobierno un giro radical en esta política y ello a pesar de las siguientes magnitudes:
- Desempleo de un 16% con la tasa mas alta de Europa.
- Inflacción del 7,4% por ciento.
- Ley de Reforma Laboral incomplaciente para todos.
- Pensiones insuficientes
- Subida desenfrenada sin limite de los productos y elementos de primera necesidad, como son los carburantes, la electricidad, gas, leche, bebidas, carne, pescado, etc., etc.
- Tasa de Impuestos directos e Indirectos más elevada de Europa y casi del mundo.-
- Inexistencia de una política ni plan de futuro.
- Fondos de Europa congelados.
- Politica territorial que tiene secuestrado al Gobierno.
- Y para colmo la difusa política con Marruecos.
No quiero seguir con mas datos, pues los hechos desgraciadamente nos dicen en que situación nos encontramos, y ello no es culpa de Putin, como nos quiere hacer ver como si fuésemos tontos. Es culpa de estos incompetentes que nos están Gobernando, en anuencia con los Sindicatos, incapaces de sensibilizarse con los ciudadanos y tomar medidas justas.
Por tanto, ¿a que esperan los Sindicatos para convocar una huelga general dicho escenario?. Es nuestro deber recordar que en estos cuarenta años de democracia, tanto UGT como CCOO, en coyunturas económicas menos graves ni tan preocupantes como la que ahora nos azota convocaron al: menos 6 huelgas generales
1.- 5 de Abril de 1.978 al Gobierno de Adolfo Suarez, por un Desempleo del 5%.
2.-20 de Junio de 1.985 al Gobierno de Felipe Gonzalez, : la Ley de Pensiones, que aumentaba el periodo de cálculo de las pensiones de dos a ocho años.
3.- 14 de diciembre de 1988. Convocante: UGT y CC OO / Se protestaba contra: la retirada del plan de empleo juvenil y contra la política económica del Gobierno. Gobernaba: Felipe González (PSOE).
4.- 28 de mayo de 1992. Convocada por CCOO, Secundaron: ELA-STV y LAB (en el País Vasco) / Se protestaba contra: el decreto que recortaba las prestaciones por desempleo y contra el proyecto de ley de huelga. También se reclamaba la reindustrialización de España. Gobernaba: Felipe González (PSOE)
5.- 27 de enero de 1994. Convocante: Comisiones Obreras (CC OO), Unión General de Trabajadores (UGT), Unión Sindical Obrera (USO), Confederación General del Trabajo (CGT) y Confederación Intersindical Galega (CIG) Se protestaba contra: los recortes sociales, la reforma laboral del Gobierno. Gobernaba: Felipe González (PSOE).
6.- 20 de junio de 2002. Convocante: UGT y CC OO / Se protestaba contra: la reforma de la protección del desempleo. Gobernaba: José María Aznar (PP).
Es decir, al Gobierno de Felipe González (socialdemócrata de izquierda moderada) le hicieron cuatro huelgas generales, sin que, inexplicablemente, hicieran lo propio con Zapatero (que no vio venir la crisis del ladrillo que acabamos pagando todos), con Rajoy, que hizo la mayor presión fiscal de Europa a los ciudadanos, con la Gurtel de por medio, ni a Pedro Sanchez, este último (al que por supuesto, no achacamos la causa de la pandemia, como sugiere en el impresentable líder sindical y acólito suyo el citado friky Pepe Alvarez), pero sí su nefasta gestión con un inexplicable encarcelamiento de los ciudadanos en la pandemia, proseguida de la total parálisis económica, con todos los indicadores económicos por los suelos, desfocalizando el trasfondo del asunto hacia Putin, como su fuéramos idiotas, o a la igualdad de género (22.000 millones,.. para qué.. en estos momentos), y ahora con el tema del Sahara, sin que a los sindicatos se les caiga la cara de vergüenza, con su pasividad-cómplice y no convoquen una huelga general.
Por tanto, es ahora es el caso, con el transporte parado, el sector pesquero amarrado, los tractores en casa, las fábricas paradas por falta de materias primas y la carestía energética, con la tasa de desempleo y la inflación disparadas, me pregunto: ¿Dónde están los lideres sindicales? ¿ A qué se debe esta dejación de su labor esencial como es la de reivindicar las mejores condiciones de los trabajadores?. ¿a quien han vendido su esencia y su alma?.
No se trata de solo de una reivindicación laboral o salarial, que no solucionaría el problema, sino al contrario, lo agravaría al aumentar el costo para las empresas. Se trata de que, el trabajador-ciudadano, con el mismo sueldo y por la inactividad e incompetencia del Gobierno, está perdiendo un poder adquisitivo de más del 50% de su salario, al tiempo que estrangula al empresario (pequeño y mediano), que no pueden pagar las facturas energéticas, además de las materias primas a consecuencia de todo ello. ¿Qué tiene que pasar para que se movilice a la ciudadanía?. El tema es que hemos perdido la capacidad de indignación, al menos colectivamente, porque a título individual es evidente.
Desde luego el mundo está cambiando, y habrá que repensar muchas cosas, entre ellas, el papel sindical y las subvenciones que perciben.
