La invasión de Ucrania por parte de Rusia, está creando una especie de “locura” colectiva en occidente por el armamento y la radicalidad.
Es obvio que Europa, parecía vivir un proceso de cierto descuido de su defensa colectiva, y ello en parte ha propiciado la locura de Vladimir Putin con su invasión, sin embargo, de esa etapa de descuido, se ha pasado a una especie de sobreactuación en materia defensa y también y ello es mucho más grave por las consecuencias posteriores, a una especie de “rusofobia”.
Es decir, los mismo que firmaban grandes negocios con Rusia, hace pocos meses, los mismos que daban visado de residencia permanente a los oligarcas y no preguntaban la procedencia de su dinero, ahora se han vuelto “militaristas” extremos y sólo hablan defensa y de guerra, e incluso nuclear.
Yo no creo en las casualidades y mucho menos con lo que venimos sufriendo en los últimos años como sociedad a nivel general con la nefasta gestión de la pandemia y la creación en todo el mundo de una “burbuja” de deuda pública colosal.
Ya sabemos, que Vladimir Putin es muy malo, pero ello no ha sido de un día para otro, ya lo era, como lo ha demostrado con la aniquilación de cualquier opositor o crítico, pero en Occidente, aunque no estén al mismo nivel de maldad, también tenemos dirigentes malos, mentirosos y sin escrúpulo.
Desde luego a Putin, hay que frenarlo y parar la guerra; pero sin ser equidistante, no me fio tampoco de los dirigentes occidentales en su gran mayoría, por su incompetencia y su falta de valores.
Que Putin sea muy malo, no es óbice para que nos demos cuenta que en occidente tenemos una buena “panda” de mentirosos e incompetentes que están sobreactuando.
