Segundas partes casi nunca fueron buenas pero aquí hay para muchos tomos… seguimos con la boda del año porque he cogido carrerilla y ahora frenar así, en seco, como que cuesta…
Yo he visto una boda con muchos indicadores.
Primero. La castidad. No sé si lo ponía la invitación o directamente lo adivinaron pero no se vio un escote, ni una minifalda, ni una falda ajustada.
A las señoras que les sobraba un poquito de nalgas directamente les plantaron una esoecie de tienda de campaña, por la que se sacaba la cabeza. Eso sí, de Carolina Herrera.
La excepción a lo de la “continencia summa” era la Ayusa que fue en plan descoque con un hombro que se le salía y una pierna que se le veía…Como siempre no se enteró de que era una boda temática inspirada en el Sacro Colegio Cardenalicio.
La castidad a la enésima potencia fue el chotis que no pudo ser chotis porque hubiera habido que meter alguna pierna por alguna parte y tarde o temprano se encuentran la pierna que sale y la pierna que entra…
Aquí no, aquí tenia que salir todo, hacia afuera…
El coreógrafo era el director espiritual de la Orden de Predicadores, el padre Anselmo y se le ocurrió que el novio sacara las piernas a babor y la novia a estribor, y las caderas igual y por eso quedaba una cosa tan rara, pero sin tocarse…
Y too p’ alante y too p’ atrás…
Es la boda más casta que he visto en mi vida. El beso no es que fuera sin lengua es que tambien era sin labios, era un beso al bies, mejilla con mejilla….
Pecar, no pecaron, seguro…
Segundo. La austeridad.
Para que nadie viera excesos en el gasto, decidieron hacer un derroche de tacañería.
Esperanza Aguirre vino con un vestido de su madre (lo dijo).
La novia el vestido de boda de su madre y de su abuela. También lo dijo.
No hacia falta que lo juraran, se notó…
El resto de invitadas llevaban ropa de los antepasados suyos o de los antepasados de otros, directamente extraída del contenedor de Cáritas, y sin planchar…
Se veía que se las había apañado la doncella esa que tienen como en Dawton Abbey , que les hace la cama, les cose el vestido, les peina y les pone la cremita encima del cepillo de dientes.
En peluquería también han gastado poco, directamente peinadas por la correspondiente Anna Bates, la doncella de Lady Mary.
El ramo, está claro que Carlson se lo ha encargado al jardinero y le ha dicho: para aprovechar, coges de los recortes de la carretilla, alguno valdrá.
Gasto, cero.
El cubierto ha costado 175 euros por cabeza, pero el local ha costado poco porque lo han hecho en la finca. Amortizado con la lista de bodas, en la que han metido el frigorífico, el microondas, la vajilla de diario (para los domingos ponen platos de cartón porque hacen pic nic), todo…hasta el sofá.
El piso imagino que lo regalaremos nosotros, eso seguro, aunque no sé si de mascarillas o de la contrata de limpieza.
El coche será un Masserati o un Porsche que se lo habra dejado alguien en el garaje…
La gasolina la ponen ellos, pero con ticket del Ayuntamiento.
Bailar han bailado de lo lindo, y beber, se les salía por las orejas.
El marido de Aguirre tan campechano él, ha salido diciendo: “hemos bebido muchisimo”, mientras conducía su vehículo.
( Juro que no me lo invento)
Ellos son así, sencillos, campechanos, cercanos.
No va a ir uno a una boda con el codigo de circulación en el bolsillo.
Mañana más….
Coco Bari ©©®
