Después del bichito aquel del aceite de colza que decían que «si se cae se mata»…
Después del chapapote que era como «hilos de plastilina»,
(Que, por cierto, fueron a recoger voluntarios de toda España a los que se llamó drogadictos y gentuza inadaptada).
Después del Ébola que si lo fuimos a buscar en avión oficial y que si se contagió una auxiliar de clínica fue a posta y para fastidiar…
Después de los peces muertos en el Mar Menor que «se murieron por casualidad» como se mueren muchos peces en muchas partes…
Después de los incendios en el monte que los montes «se incendian más en verano que en invierno» y que la culpa de que se incendiaron la tuvo la lluvia que no vino ese día y a esa hora..
Después de las vacas tuberculosas en Castilla León que «no hacen daño a nadie porque nadie se come la carne cruda»…
Después del secado de los acuíferos de Doñana a los que en nada perjudican los pozos ilegales y que «para que no sean ilegales hay que legalizarlos»…
Después de la pandemia de Covid en la que no había que cerrar la hostelería porque no está demostrado que se contagiara más la gente en un restaurante que en su propia casa y las medidas restrictivas se hicieron para encerrarnos a todos y una vez encerrados implantar el sistema comunista bolivariano y meternos a todos un “chip”…
Llega para todos nosotros, en rigurosa primicia…….
¡LOS PELLETS EN LAS COSTAS! que «no hacen daño a nadie y que te los puedes comer de aperitivo si te apetecen».
De incluirlos en repostería no han dicho nada, pero porque no les ha dado tiempo, porque ya habían cogido carrerilla…..
Sin comentarios, ya las palabras que entrecomillo en el texto dan buena cuenta de la ineptitud y caradura moral de parte quienes están en política en nuestro país….
Coco Bari©©®
siempre con tu velado compromiso para con quién no es azul; pero nuevamente demostrando maestría en el noble arte de contar con gusto lo que ocurre a nuestro alrededor. Bravo!