El Racing conseguía la segunda victoria consecutiva, tras imponer por 2-0 al Villarreal B en un partido donde con la ley del mínimo esfuerzo, lograba llevarse los tres puntos en un partido sin fútbol, tedioso y aburrido para los espectadores que acudieron a los Campos de Sport del Sardinero.
El arranque del partido no fue de los habituales del Racing en casa, donde sale a presionar al equipo rival en su campo, se limitó a esperar al Villarreal B en el centro del campo, posicionado en defensa a la espera de robar algún balón para salir a la contra.
Así transcurrían los minutos, con un juego anodino, tedioso para el los espectadores, donde el Racing se limitaba a estar posicionado en defensa y el Villarreal B, mantenía una posesión de balón sin eficiencia ya que apenas llegaba al área verdiblanca.
Pero cuando no estaba pasando nada, cuando el partido parecía muerto, de nuevo el acierto goleador del Racing esta temporada salió a escena, cuando el el minuto 22 de esta primera mitad, en una internada de Saúl hasta la línea de fondo con pase atrás donde Lago Junior desde la frontal del área pequeña lograba en el 1-0 para el conjunto racinguista.
Pero la jugada y el gol fue un espejismo en el computo global de estos primeros cuarenta y cinco minutos, ya que el juego volvió a tónica de aburrimiento, tedioso y sin enganchar con el espectador, que lo mejor que veía es como el Racing se iba al descanso con esa victoria por la mínima.
No cambió nada el panorama tras el paso por los vestuarios ya que el ritmo de partido fue el mismo, aburrido, con pérdidas de balón y sin apenas legadas con peligro a las áreas de cada equipo.
Mientras el Villareal B se dedicaba a tocar y tocar el balón para luego perderlo en la zona del centro de campo y con escasa profundidad, el Racing se volvía limitar a esperar en su campo y buscar como es habitual recuperar un balón para intentar sorprender con su velocidad a la contra.
Y de nuevo como en la primer parte una jugada aislada por la banda izquierda, con un posible fuera de juego dudoso de Peque, este centra atrás y el balón toca en la mano de un defensa que el árbitro pita penalti y el propio Peque transforma en el 2-0 cuando se cumplía el minuto 70 de partido, aparecía la habitual efectividad del Racing.
No dio para mucho más el partido que siguió manteniendo la misma línea de juego durante el tiempo restante hasta que el árbitro pitó el final, y que a pesar de ello, le permite al Racing en lazar la segunda victoria consecutiva tras la mala racha cosechada jornadas anteriores.