El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha provocado este viernes un auténtico incendió en las relaciones de España y de la Unión Europea con Israel, tras la gira por la zona junto al primer ministro belga, Alexander de Croo, tras la entrevista mantenida con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que ha desató la ira del Ejecutivo judío al reprochar la respuesta militar que Tel Aviv está dando al atentado terrorista perpetrado por Hamás el pasado 7 de octubre en el que murieron alrededor de 1.200 personas.
Sánchez en la rueda de prensa conjunta con Netanyahu le reprochó que la cifra de muertos palestinos provocada en la Franja de Gaza por la respuesta militar israelí es «insoportable», añadiendo que «Israel tiene derecho a defenderse, pero déjeme ser claro, Israel debe cumplir con el derecho internacional y humanitario«, unas palabras que provocaron la indignación del ministro de Exteriores, Eli Cohen, quien acusó a Sánchez y al primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, de “apoyar el terrorismo” lo que ha motivado que el ministro mantuviera “una dura conversación de reprimenda” con los embajadores de ambos países llamados a consultas.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, ha calificado las declaraciones de Cohen de «totalmente falsas, fuera de lugar e inaceptables». Además, anunció que España dará una respuesta «oportuna» el Ejecutivo israelí: «Son especialmente graves porque se trata del presidente del Gobierno, que representa la presidencia de la Unión Europea en ejercicio, y al primer ministro que representa al país que va a ocupar la presidencia a partir del 1 de enero».
La Unión Europea no se ha posicionado al respecto aún porque La Comisión guarda un calculado silencio, pero Sánchez ya se ha encargado de incendiar la relación con Israel, mientras que en nuestro país las críticas al presidente por las declaraciones contra el Estado israelí y desde e PP creen que «la decisión de Sánchez de apoyar Hamas frente a Occidente va a costar muy caro a España. Y, a él, sin ninguna duda».
«Viajar a Israel para ofender a Israel es lo contrario de la diplomacia. Ir invitado a casa de un aliado para ofenderle es la peor carta de presentación de España. Primero con Argelia y, ahora, con Israel. Sánchez deshace amigos para nuestro país. Es un imprudente en política exterior. No debería dificultar así el consenso europeo, con la UE y con la OTAN, y el consenso en la política exterior española. Para ir el último y crear un conflicto, mejor no haber ido», señalan los populares
Israel ya ha señalado que plantará a España y a la Unión Europea en la Cumbre de la Unión por el Mediterráneo que se celebra el próximo 27 de noviembre donde se pretendía llegar a conseguir una paz en la zona ente israelíes y palestinos que propiciara un alto al fuego.