Un ejemplo escandaloso del pésimo funcionamiento de la justicia que perjudica a las mujeres y alienta la violencia machista: Hace días la Audiencia de Cantabria suspendió el juicio contra un hombre, inmigrante de República Dominicana, porque el acusado, en libertad provisional desde hacía meses, no se presentó.
El hombre estaba acusado de un delito contra la libertad sexual por violar a una menor vaginal y analmente. La menor estaba bajo la protección del servicio de menores del Gobierno de Cantabria.
Para mayor escarnio, el dominicano tenía antecedentes policiales por ataques a otras menores. ¿Qué juez decidió dejar en libertad provisional a un extranjero acusado de un delito grave que le podría llevar algunos años a la cárcel, con la idea de que iba a presentarse voluntariamente para ser juzgado? ¿Cómo es posible que tras esta noticia no exista un movimiento de protesta desde los diferentes grupos que actúa en defensa de la mujer? ¿Dónde están los que combaten la violencia machista?
Hasta el momento el presunto autor de esa violación a una menor sigue huido de la justicia y, posiblemente, disfrutando de su libertad en su casa de República Dominicana.
El combate contra la violencia machista debe ser preventivo. En este caso estaba en libertad una persona con antecedentes policiales de acoso y delitos sexuales contra menores. ¿Se pudo haber expulsado de España a este delincuente por esos antecedentes y así evitar la violación posterior?
Los hechos son claros: La Justicia deja en libertad, con cargos, a un acusado de violar a una menor, sabiendo que es extranjero y que puede huir a su patria y ser protegido por su familia. Con este ejemplo se entiende que los delitos contra las mujeres no disminuyan en España.