A estas alturas de la película no creo que le sorprenda a nadie lo que ha vivido esta tarde en el pleno del Congreso de los Diputados que por obras se está llevando a cabo en la sede del Senado, donde después de mucho amenazar de votar en contra finalmente Junts, ha propiciado que Pedro Sánchez saque adelante sus decretos al ausentarse de las votaciones los de Puigdemont.

Una cosa es amagar con que se va a votar en contra para tensar la situación y otra es hacerlo cuando llega el momento porque a Junts no le interesa que caiga Sánchez, ni ha al Presidente del Gobierno, le interesa no ceder ante las pretensiones de los de Puigdemont, porque al final son intereses mutuos porque todo siga como está.

Lo cierto es que la votación a tenido tintes surrealista, con un supuesto «fallo» informático que ha llevado a retrasar la votación inicial, donde en un despacho parte estaban todavía negociando el PSOE y Junts, que finalmente ha llevado a que en las tres votaciones que se han llevado a cabo la derecha independentistas catalana no votase y haya propiciado que se sacasen adelante.

Tan solo ha sido tumbado el decreto sobre los subsidios de desempleo que presentaba el ministerio de Trabajo, al votar en contra Unidas Podemos, en una clara venganza contra la líder de Sumar, Yolanda Díaz.

Lo cierto es que esta primera votación de la legislatura en el Congreso, es un claro síntoma de lo que se puede vivir estos cuatro años que restan por delante, con un Gobierno que ha mostrado una clara debilidad y un Sánchez que tendrá que ceder en todo lo que le pidan si quiere seguir siendo Presidente.