Por Marcelino Pérez.
La campaña electoral de las elecciones autonómicas de Cantabria, del 28 de mayo de 2023, supondrá un distanciamiento entre los dos partidos que cogobiernen Cantabria, el PRC y el PSOE. Esto está en el guion… lo que sorprende es que se inicien tan pronto, cuando lo habitual es que el choque y la pugna no aparezcan hasta el mes de abril.
Las hostilidades las ha roto el PSOE utilizando el brazo de Madrid. El director del CIS, el organismo que realiza las encuestas oficiales en España, ha lanzado dos andanadas contra el gobierno de Miguel Ángel Revilla: La primera con un sondeo-en el caso del CIS actual lo de sondeo debe tomarse a título de inventario- en el que sitúa las expectativas de los regionalistas por detrás del PP y del PSOE. Lo que dice Tezanos, el cántabro que dirige el CIS, es que los regionalistas que ganaron con holgura los comicios del año 2019 perderían casi la mitad de sus votos y que pasarían de ser el número uno, con gran ventaja sobre el segundo (PP), al tercer puesto.
La segunda arremetida proviene también del cántabro Tezanos, que dice que las encuestas colocan a Revilla como el segundo peor presidente, en valoración de sus votantes. Un intento de demoler la imagen de Revilla labrada a base de apariciones televisivas.
La irritación de los regionalistas ha sido evidente, pero la reacción, muy contenida porque Revilla quiere llegar a mayo con una región tranquila, sin especiales tensiones. Tampoco quiere tensar excesivamente las relaciones con los socialistas ya que cree que tras las elecciones de mayo se podrá formar una mayoría como al actual, no por ello descarta coaligarse con el PP si el plan A falla.
Una parte del regionalismo considera que la respuesta a esta agresión del PSOE ha sido muy tibia y que se debería plantar cara a un PSOE que no parece tener buenas perspectivas electorales, pero Revilla considera que lo mejor es dejar pasar la afrenta y trabajar para conservar la hegemonía en la región.
Es seguro que la ofensiva socialista continúe y que incluso se endurezca tras la pausa navideña.
