Una parte de los gallegos me recuerda, mucho, a una parte de la población vasconavarra….
Los que no respiran para no significarse pero que les molesta mucho que respiren los demás….
Los que trabajan y ahorran, y ahorran y trabajan y, como mucho, van de excursión con el cura párroco a Lourdes, una vez en la vida….
Los que tienen la cocina impecable pero cocinan en otra vieja que tienen en el garaje para que no se raye la de arriba, y así tampoco manchan los azulejos….
Los que se creen mejor que otros porque en su vida han folgado menos y siempre con el legítimo y de misionero…
Los que van a misa convencidos de que la misa es suya y de que con las rogativas invierten en mejor parcela en el cielo….
Los que no buscan tanto progresar ellos como que no lo haga el vecino….
Los que visten iguales. Ellos con camisa a cuadros, pantalón azul y cinturón de cuero. Los domingos, van de domingo con otra camisa a cuadros, otro pantalón también azul y otro cinturón de cuero…
Ellas con pantalones tipo Tergal y chaquetón tres cuartos, y si acaso, pañuelo al cuello con anclas de barcos….
Los que ni engordan ni adelgazan, tienen las hijas de maestras y enfermeras y los chicos se compraron un camión que pagan a plazos sin un retraso en toda su existencia….
Los que no te niegan el saludo pero tampoco te lo dan: te lo administran más bien….
Los que, si se paran contigo en la calle, al cabo de pocos minutos se preguntan si no estarán haciendo algo inconveniente y se despiden con rapidez sin venir a cuento….
Los que pasan el día de descanso limpiando los azulejos, o el coche, o las dos cosas.
Los que pasan el trapo del polvo a los barrotes del balcón a la hora en que los vea todo el mundo…
Esos que en su vida, si han experimentado alguna emoción es el miedo. Miedo a que los vean y a que no los vean, a que los señalen y a pasar desapercibidos. Los de “no hago nada y así no me equivoco” y los de “no importa que las cosas no salgan si puedo demostrar que no tuve la culpa”….
Los que se conocen todos los hospitales a base de visitar parientes a todas horas….
Los que saludan al cura párroco y al que los saluda, con una gran sonrisa, el cura párroco. En medio de la calle, para ser vistos….
¡Pobre cura párroco como sea joven, recién llegado y no conozca los códigos, ya puede ir pidiendo el traslado.!
Los que tienen en nómina a la Guardia Civil y a la Policía Autonómica.
Por si acaso…..
Los que se acuestan temprano y duermen poco.
Los que tienen impecable la lápida del nicho familiar en el cementerio. Ese que tiene un ángel de mármol recostado….
Los que tienen la lancha a la puerta y el acceso a su casa es casi imposible porque han construido ilegalmente por toda la costa…
Es la otra España…esa que ha de helarte el corazón, la España vacía, la España rancia, la España del post-franquismo, la España cateta… Esa España que te convida a comer bocatas de mugre y panceta, en habitaciones húmedas…la España que aún se calienta con estufas de butano…de la que dan ganas de irse para siempre y no volver…y se mezcla con la España de las lanchas y el buen vivir, viviendo escondidos….
Esa España donde todo quedó atado y bien atado
El eterno aislacionismo de Galicia y la manipulación y el miedo a cambiar es lo que tiene….
Estar revenido y rancio parece propio de la idiosincrasia de una buena parte de este país…
Ellos nunca cambian el voto ni el color del abrigo…
Por los siglos, de los siglos,
Amen.
Coco Bari ©©®
amen.