El Gobierno de España, muchos meses después que el resto de Europa, se ha dignado a quitar el uso obligatorio de las mascarillas en hospitales, farmacias y residencias.
Los ciudadanos no conocemos ningún estudio que avale como necesaria la utilización de la mascarilla en dichos espacios y muchos menos, el capricho de quitar su obligatoriedad en tal o cual momento.
Si conocemos, sin embargo, que ningún experto avala con su firma tal cual medida, siempre se refugian los dirigentes políticos en la palabra “experto”, nadie los conoce y no dan la cara.
Es una vergüenza que los dirigentes políticos, jueguen a su capricho con nuestra salud y nuestra libertad.
Cuando se toman decisiones que afectan a la libertad individual, estas deben estar bien fundamentadas y no se puede privar de derechos a los ciudadanos, sin razonamientos muy serios.
La utilización de la mascarilla, como demuestran estudios muy exhaustivos, tiene considerables perjuicios para los seres humanos.
La disminución de la capacidad del organismo para aprovechar el oxigeno debido al uso de la mascarilla, daña y afecta las funciones metabólicas encargadas del crecimiento y mantenimiento de la vida, a nivel cerebral la carencia de oxigeno dificulta la atención, la coordinación motora y disminuye la capacidad de comprensión del entorno, por otro lado la falta de oxigenación adecuada y el aumento de la reinhalación del dióxido de carbono, se manifiesta con un aumento del cansancio físico y mental, dolores de cabeza, perdidas de consciencia/ desmayos, etc.
La desoxigenación provoca la muerte de neuronas, que no se regeneran jamás; todo ello esta recogido en el estudio realizado sobre 82 menores y 63 adultos por el Profesor y Médico Especialista de la Agencia de Seguridad Aérea, Jesús Nava Antuña y la Ingeniera Técnica Aeronáutica y especialista en seguridad aérea y factor humano, además de Auditora del sector aeroespacial.
En definitiva, los políticos juegan a ser pequeños “dictadores”, sin dejar que la ciencia y la verdad se abran paso; todo ello es muy preocupante y amenazante, para la libertad y la salud de la humanidad.