Por Marcelino Pérez
El incidente del tren de la costa en la localidad de Ontoria, muy cerca de Cabezón de la Sal, ha sido muy grave. La noticia parece reducirse a que una persona accionó la alarma “de modo indebido”, el tren se detuvo en medio de la vía y las puertas de los vagones quedaron cerradas y bloqueadas durante casi una hora.
El hecho de que accionar la alarma, de cualquier manera, bloquee las puertas de los vagones es un riesgo extremo. Imaginemos que, hubiera un incendio en el tren o un pasajero con un ataque al corazón ¿Cómo se hubieran salvado los viajeros encerrados dentro del vagón? Utilizar la manilla de alarma de manera indebida puede suceder por error, por nerviosismo o por cualquier otra causa, pero lo lógico es que las puertas no queden cerradas y los viajeros atrapados.
Los gestores de ADIF deben explicar con detalle cómo funciona la alarma y evitar situaciones como la sucedida este fin de Semana en la vía entre Cabezón de la Sal y Ontoria. Los vagones estaban llenos y dentro quedaron encerrados muchas personas sin posibilidad de escape.
En este caso el incidente -uno más de los muchos que registran los trenes en Cantabria- se quedó en un susto y un par de horas de retraso en el viaje. Dos horas que son el doble de tiempo que emplea el tren en recorrer la distancia entre Madrid y Valladolid… para viajar de Cabezón de la Sal a Ontoria.