La Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC) ha decidido recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) la hora límite de cierre de los establecimientos establecida por el Gobierno de Cantabria a las 22.30 horas, al considerar que al no estar ya vigente el toque de queda se podría ampliar.
Los hosteleros cántabros sostienen que la hostelería es «la mejor garantía de ocio seguro» y que tener un horario «tan estricto» solo hará que los jóvenes «busquen otro espacios no seguros para quedar» llevándose a cabo botellones o numerosas concentraciones en casas y calles» que se están produciendo y que «irán en aumento» si continúa esta restricción horaria.
En su escrito ante el TSJC que la obligación de cerrar a las 22.30 horas los establecimientos «solo tiene sentido» si está va unida a la vigencia del toque de queda, como así lo ha entendido el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), que ha tumbado ya dicha restricción por lo que esperan que el alto tribunal cántabro también adopte la misma resolución.