En declaraciones a La Vanguardia, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, señalaba que el Ejecutivo central «está decidido a normalizar la convivencia y la política en Catalunya», asumiendo las consecuencias que acarrearán la decisión sobre los indultos, ya que «gobernar significa tener capacidad para tomar decisiones que implican costes, y tener la visión para encontrar vías de solución».
Durante su intervención, Ábalos aprovechaba para recriminar al PP su postura en relación al pueblo catalán, porque para el ministro «siempre utilizan a Catalunya para sacar réditos electorales en otras comunidades donde pueda vender un nacionalismo español».
En cuanto a la mesa de diálogo, reiteraba que desde el Gobierno están abiertos a la comunicación, y al posible acercamiento de posturas, recordando que «fue la parte independentista radical quien no quería verse en la tesitura de sentarse en la mesa del diálogo».
Respecto al nuevo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, mostraba su punto de vista transmitiendo que «debe decirle a la ciudadanía las cosas como realmente son, no como les gustaría que fueran», instando al líder catalán a que adopte una postura firme que le permita ser capaz de dar solución a los conflictos actuales.