El Grupo PITMA, está dispuesto a vender el Racing, y por eso han abierto la puerta a recibir y escuchar ofertas por el club que les permita salirse del accionariado y abandonar una empresa que empieza a ponerse complicada tanto deportiva, económica y socialmente, que les está generando demasiados rompederos de cabeza.

Desde hace tiempo, a los dueños del Grupo empresarial PITMA, Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, les habían llegado intenciones de comprar el Racing, pero hasta ahora no estaban dispuestos a vender, apostando por seguir al frente del club con la intención de verse en los palcos de Primera División en un corto espacio de tiempo.

Pero se han dado cuenta que el futbol no es una empresa exacta y común, sino que tiene un condicionante que es que el balón entre en una portería y eso no es algo controlable, bueno eso y que para conseguir tener la opción de poder ascender en cualquiera de las categorías hay que poner dinero y cuanto más arriba, más dinero.

Como gestores deportivos han demostrado que esto les viene grande con una gestión deportiva que el propio presidente del Racing reconoció en la última Junta General de Accionistas que había sido «mala» e incluso que habían valorado «si nos habíamos equivocado cuando no permitimos que el Racing cerrara», palabras que han abierto ahora la puerta que estaba cerrada y que puede hacer que abandonen su actual situación de máximos accionistas del club.

Dicen las cuentas que el Grupo PITMA le ha prestado al Racing cerca de los 20 millones de euros al 4% de interés, que seguramente querrán recuperar, aunque a veces hay negocios en los que se suele decir que «hasta para perder dinero hay que darse prisa» y el Racing, para Alfredo y Pedro, podría ser uno ellos.

Lo último de todo es que Quique Setién, estaría buscando una reunión con PITMA con el fin de trasladarles una oferta de un grupo de empresarios a los que representa, algo que el ex del Racing viene intentando desde hace tiempo y que incluso en su momento le llevó a desvincularse de los personajes bastante cuestionados como Manolo Higuera, Víctor Diego y otros, denominados «grupo de exjugadores» que en su momento con métodos poco claros lograron hacerse con el club.