El gobierno cántabro, mantiene su postura respecto a las navidades, manteniendo todas las restricciones de movilidad, toque de queda o el cierre perimetral de los municipios. Además han añadido la recomendación de no organizar cenas ni reuniones con personas que no sean convenientes, teniendo una navidad «lo mas controlada posible y con el mínimo contacto social».
El ejecutivo regional se plantea ampliar las restricciones, que ya se habían extendido hasta el día 2 de diciembre, hasta que la situación mejore, ya que consideran que la situación es de «riesgo extremo» y, de no hacerlo «tendremos un enero muy complicado».
Paloma Navas, directora general de Salud Publica, y Trinitario Pino, subdirector de Asistencia Sanitaria del Servicio Cántabro de Salud, han dado este miércoles una rueda de prensa para informar de la situación de la pandemia y han pedido «Que la cena de Navidad no se convierta en unos reyes en la UCI».