El expresidente socialista, Felipe González, ha mandado un serio mensaje al gobierno que preside Pedro Sánchez y es que no se puede construir un «proyecto de futuro» en España como «Estado nación» con partidos como ERC y EH Bildu, partidarios de que «se desguace» el país «con supuestos derechos autodestructivos de autodeterminaciones» como se les está oyendo decir durante estos días.

González, ha reivindicado su derecho a opinar sobre este asunto advirtiendo que nadie le va a mandar callar, criticando abiertamente el acuerdo firmado entre el Gobierno y ERC para los Presupuestos, y con el apoyo que Bildu porque estos dos partidos quieren «acabar con España» y, por ello, no se les debe tener en cuenta a la hora de construir un horizonte a medio y largo plazo.

El exdirigente del PSOE tiene claro que el «no aceptaría su capacidad de interlocución porque va en dirección contraria de lo que pienso que es un proyecto de España democrático descentralizado y europeísta» porque ERC y EH Bildu quieren la independencia y no están interesados en que haya un proyecto que fortaleza España como un «espacio público compartido».

Para Felipe González, Pablo Iglesias, vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, tiene su «estrategia» que es convertir a España en un «Estado plurinacional con derecho de autodeterminación» y esto claramente «converge con Bildu y con ERC pero eso no define un proyecto de país».

Gonzaléz, está en contra que el Ejecutivo pacte con los que quieren «desguazar» España y deja claro que a él «nadie me manda callar» añadiendo que el Gobierno de Pedro Sánchez debería fijarse en lo que hacen sus socios europeos, donde lo habitual, es que los socialdemócratas pacten con los liberales, por eso deberían apostar por buscar alianzas con el PP y Ciudadanos.

«Cada vez se abre más una grieta de una especie de bloqueo autoexcluyente y esto es lo que me preocupa en el horizonte de futuro» ha indicado González, tras el pacto por los presupuestos con ERC Y BILDU si esos prepuestos son «para todos» y si los objetivos son «que España es un proyecto de futuro, un Estado nación que no va a permitir, ni pactar ni admitir que se desguace España, que se separen con supuestos derechos autodestructivos de autodeterminaciones«.

«No es progresista querer romper España o dividirla» ha señalado el expresidente, sino que se trata de planteamientos «reaccionarios» porque «es lo menos progresista que hay. Los españoles necesitan saber que estamos en una crisis extraordinaria profunda y que podemos aprovechar la oportunidad de los fondos europeos o que vamos a tener una deuda pública extraordinariamente alta».

Sobre la situación del PSOE, ha indicado que a veces siento «un sentimiento de orfandad» con la actual dirección socialista porque «ahora hay cosas que no entiendo y que creo que nos pasa a muchos y por eso esa no compresión y que a veces te preocupe e inquiete o ese sentimiento de orfandad representativa» y es que ahora el partido tiene «una infinita verticalidad«, y cada vez menos debate interno.

Con respecto a las palabras de la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, sobre que ahora es tiempo de ellos y de los veteranos dirigentes del partido, ha dicho que «hace 24 años que dejé el Gobierno y no represento a nadie ni pretendo, pero tampoco voy a consentir nunca que nadie me mande callar«.

«Me parece una argumentación pobre que se diga: «apártate que me toca a mí» porque «para la vida, como entiendo yo el socialismo democrático, es imprescindible que haya libertad para opinar», ha defendido. «Si alguien me manda callar diciendo que es socialista, yo sé que no es socialista» ha concluido González.