Cuatro años más tarde de que apareciera el Covid-19, a principios de 2020, se empezó a trabajar en búsqueda de una vacuna y a finales de ese mismo varios laboratorios sacaron una vacuna como fueron Moderna, Pfizer y AstraZeneca, este último elaboró las dosis junto a la Universidad de Oxford, que posteriormente se ha empezado a demostrar que tiene serios efectos secundarios.
Según informa The Telegraph, AstraZeneca, acaba de admitir por primera vez ante un tribunal británico que su vacuna contra la covid podría causar efectos secundarios raros y poco comunes que han causado la muerte y lesiones graves en decenas de casos y por las que la farmacéutica está siendo demandada «por acción colectiva».
Los casos conocidos, hasta el momento, han afectado de manera significativa a varias familias, quienes tras la inoculación de la vacuna de AstraZeneca comenzaron a presentar trombosis con síndrome de trombocitopenia, una enfermedad que hace que la sangre comience a coagularse y las plaquetas comiencen a disminuir.
Ante esta situación más de 50 familias afectadas han pedido al Tribunal Superior que AstraZenca pague 100 millones de euros por daños y perjuicios, debido a los efectos irreversibles que ha provocado la vacuna.
En 2023 AstraZeneca comunicó mediante una carta a los abogados de un hombre que sufrió una lesión cerebral tras la inoculación de una de las dosis de la farmacéutica, que «no era cierto» que su enfermedad hubiese surgido por la vacuna, según informa The Telgraph, algo poco comprensible cuando a principios de ese mismo año, la empresa asumió ante el Tribunal Superior que sus dosis causaban en raras ocasiones síntomas como la trombosis con síndrome de trombocitopenia.
Para AstraZeneca, aunque existan esos efectos secundarios, la eficacia de la vacuna superar con creces la posibilidad de sufrir esos efectos.