Tan sólo una de las personas hospitalizadas en Cantabria por coronavirus lo está por la variante Ómicrom, el resto lo están por la variante Delta, según los datos aportados este lunes por el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, lo que demuestra la poca agresividad que tiene esta nueva variante a pesar de ser más contagiosa, siendo prácticamente el foco del 100% de los contagios actuales, por eso no se entiende demasiado el alarmismo generado por las autoridades sanitarias y políticas en estos momentos.
Y es que a pesar que el consejero de Sanidad, el socialista Miguel Rodríguez, haya situado a la mitad de los municipios de Cantabria en nivel 3 de alerta sanitaria y con ello cerrado, entre otras actividades, el ocio nocturno sin tener potestad para ello como dijo el TSJC, ha descendido el número de personas hospitalizadas por coronavirus en cuatro personas, situándose en 115, de las que se mantienen estables 23 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
A pesar de seguir incrementando el número de casos positivos, elevándose este lunes hasta los 946, 450 más, lo cierto es que no tiene repercusión en la presión hospitalaria que como se ha comprobado ha descendido, y es que en su mayoría son asintomáticos o con síntomas como una gripe normal.
Ocurre lo mismo con la incidencia acumulada que es un dato de poca relevancia como dijo el propio director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, en el Parlamento de Cantabria, ya que no afecta tampoco a la situación sanitaria como se comprueba ya que este lunes ha alcanzado los 1124 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días.
Lo más importante es que se suma otra jornada más sin que se haya registrado ningún fallecido con coronavirus en Cantabria manteniéndose la cifra de 631 muertes desde que comenzó la pandemia.