La consejera de Economía, María Sánchez, ha presentado su dimisión, como consecuencia de las discrepancias en la política de gastos del Gobierno PRC-PSOE, con la que mostrado su contrariedad públicamente que incluso la llevó a tener una serio rifi, rafe con el presidente regional Miguel Ángel Revilla.
En la segunda consejera que en este inicio de año presenta su dimisión del Ejecutivo cántabro, tras hacer lo propio el consejero de de Sanidad Miguel Rodríguez, con quien también mantuvo una seria controversia pública y privada, por su gestión de la pandemia y los gastos que pretendía llevar a cabo en su Consejería.
Sánchez, era consciente que con la actual crisis económica que se está viviendo no era posible una política de gastos como pretendía el bipartido PRC-PSOE, y que por tanto se debía ir a una rebaja de los impuestos y restringir los gastos en el Ejecutivo cántabro.
Una situación que la llegó a poner en el punto de mira tanto de su partido, el PSOE, como el del PRC, molestos por sus discrepancias públicas, incluso en el propio Parlamento de Cantabria, que le llevó a avisar que la pérdida de los fondos europeos iba a originar un serio tras pie en los planes del Gobierno en los proyectos «estrella» que tenía como La Pasiega y el MUPAC, así como cuestionaba la instalación de la protonterapia en Valdecilla.
María Sánchez, siempre ha estado en el «ojo del huracán» en el Gobierno cántabro, por no compartir la forma de funcionar económica algunas consejerías, en especial con la de Industria, de Javier López Marcano, que la llevó a presentar su dimisión del Consejo de Administración de Sodercan, al señalar que no estaba dispuesta a firmar cosas que no las firmaría en su consejería.
Desde entonces, su relación con Marcano ha estado marcada por la tensión y la distancia, que incluso ha llegado a serios encontronazos en los Consejos de Gobierno.
Su consejería ha tenido serias crisis como la vivida en noviembre tras la dimisión en medio de sombras y ausencia de explicaciones, del interventor general del Gobierno de Cantabria, fue nombrado para ese puesto -clave en el sistema administrativo- Javier Martín García.
En septiembre ya avisó que la política del bienestar debía garantizarse con la rebaja de impuestos porque era «el primer paso para incrementar las diferencias sociales y perpetuar la brecha social» y para ello pedía «pelear para incrementar los fondos que nos llegan desde el Ejecutivo central».
Como ya adelantamos en cantabriapress.com, María Sánchez, no estaba bien vista dentro de su partido, el PSOE, que algunos dirigentes importantes, «off de récord» la calificaban como pocas miras de partido y de ir a su «bola», con palabras como «niñata» para señalar que estaba ahí por su tío, el Alcalde del Suances, Andrés Ruíz Moya.
Su dimisión ahonda en la grave crisis que está viviendo el Gobierno de Revilla, con varias dimisiones en los últimos meses y este inicio de año 2022 con dos consejeros dimitidos de la importancia del de Sanidad y de la de Economía, curiosamente ambos del PSOE de Pablo Zuloaga, que hace tiempo está muy cuestionado en el seno de los socialistas cántabros.
NUEVAS CONSEJERAS
Tras la dimisión de María Sánchez, Pablo Zuloaga ya ha nombrado una nueva en su cargo como es Ana Belén Álvarez, asta ahora ejercía como consejera de Empleo y Políticas Sociales, mientras que María Eugenia Gómez de Diego se hará cargo de Políticas Sociales, directora general de vivienda hasta a este momento.
