El ya exconsejero de Sanidad, Miguel Rodríguez (PSOE), hace tiempo que debiera haber dimitido o haber sido cesado por el presidente regional, a tenor de su pésima gestión al frente de la Consejería de Sanidad, especialmente con lo relacionado con la pandemia, con decisiones que han reyado en muchas ocasiones las dictatoriales que han puesto en evidencia su incapacidad para el cargo
Probablemente de no ser por cuota socialista en el Gobierno PRC-PSOE, donde además contaba con la aquiescencia del vicepresidente del Ejecutivo cántabro Pablo Zuloaga, hace tiempo que Miguel Ángel Revilla ya le habría cesado, a tenor de los problemas que le ha generado con sus decisiones, en muchas veces incomprensibles por su obstinación con un sector al que ha llevado a la runía económica como la hostelería.
Según el propio Miguel Rodríguez, en una entrevista realizada este pasado sábado en la cadena SER, indicaba que llevaba «pensando» y «dándole vueltas» a su dimisión desde Navidad pero el pico de la sexta ola de Covid retrasó su decisión, que finalmente se hizo pública este pasado viernes.
En esa misma entrevista sostenía que ahora que la situación sanitaria «va mucho mejor», cree que era el «momento» de marcharse tras haber gestionado «lo mejor que ha podido y sabido» la pandemia, pensando en el «bien» del conjunto de los cántabros.
En sus explicaciones, indicaba que al margen de los motivos «personales» que ha alegado hay también «políticos», ha explicado que «ha sido como una olla que se va llenando y llenando y en un momento estalla».
Y es que la llegada de Francisco Javier López Marcano, al Ejecutivo cántabro, propició varios encontronazos por tener cerrado un sector primordial para la región como la hostelería, al que ha demostrado un inquina personal impropia de un dirigente que debía saber compaginar salud con economía y no llevar este sector a una ruina del que muchos empresarios no han podido salir.
«Cuando esa olla tiene tanta presión que te afecta en el terreno personal ha sido en ese momento cuando he dicho basta, no puedo seguir, porque cuando a uno le afecta al ámbito personal, la cosa ya no merece la pena», indicaba Rodríguez.
ENCONTRONAZOS CON LA CONSEJERA DE ECONOMIA
Rodríguez ha reconocido «discrepancias» con la titular de Economía y Hacienda, su compañera de partido María Sánchez (PSOE), pero ha asegurado que «en lo personal» no tiene «ningún problema» con ella.
Según ha explicado, las «discrepancias» entre ambos están relacionadas con las distintas formas que ambos tienen de ver la sanidad. «Yo no veo la sanidad como un centro de gasto, la veo como una inversión en los ciudadanos y creo que la consejera lo ve de otra forma» y ha defendido que «mantener la asistencia sanitaria de los cántabros con el nivel que tiene cuesta dinero y hay que invertir».
Comenzó a plantearse dimitir como consejero a raíz de la aprobación de los Presupuestos de Cantabria para 2022, señala Rodríguez, en los que, a su juicio, se debería «haber tenido en consideración» que la Consejería de Sanidad todavía estaba gestionando una pandemia.
Con respecto al resto de integrantes del Consejo de Gobierno, Rodríguez ha asegurado no haberse sentido «solo» durante la gestión de la pandemia, más allá de que cada uno de los consejeros tienen sus propias responsabilidades, y también ha asegurado que «no vivió mal» las discrepancias públicas expresadas por el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, con algunas de sus decisiones y con el consejero de Industria, Javier López Marcano.
«No me parece mal que el presidente discrepe», ha dicho Rodríguez, pero lo cierto es que no atendió ninguna de la peticiones del máximo responsable del Gobierno, que ha insistido en que la decisiones en la Consejería de Sanidad se han tomando siguiendo los informes de los técnicos, con las evidencias científicas que se iban conociendo a lo largo de la pandemia y pensando «en el bien» del conjunto de los cántabros y no en determinados sectores.
Considera que algunas medidas adoptadas puede haber resultado «excesivas» pero también otras «fueron insuficientes» o se quedaron «cortas» y en un sentido de poca realidad con la calle indicaba que cree que «la mayor parte» de la ciudadanía ha entendido las medidas que ha impuesto.
Dice además que «le reconforta muchísimo» pensar que hay encuestas que indican que los cántabros han «aprobado» de forma mayoritaria la gestión de la pandemia y tienen un «alto concepto» de la sanidad que tienen, probablemente sean las mismas encuestas que lleva a cabo su compañero de partido en el CIS, Félix Tezanos, que tanto «éxito» tienen.
CULPA DEL RETRASO DE LA PROTONTERAPIA
En su marcha de la vuelto a dejar un «recado» a su compañera de partido María Sánchez, al señalar que la culpa del retraso de salir adelante el proyecto de la protonterapia en Valdecilla, es de la Consejería de Hacienda, porque es la que tiene que aprobar el gasto plurianual para que se pueda continuar con el procedimiento de licitación», ya que Sanidad ya tiene hecho su trabajo.
«Sanidad ha cumplido su trabajo. El proyecto, si está parado, es en el ámbito de la Consejería de Economía y Hacienda, que es la que tiene que aprobar el gasto plurianual para que se pueda continuar con el procedimiento de licitación», señalaba Rodríguez.
Por último, Miguel Rodríguez, volvía a arremeter contra su compañera de partido al indicar que éste no es un proyecto suyo, sino «de partido y de Gobierno». «Por lo tanto, si alguien quiere perjudicar este proyecto pensando que me va a perjudicar a mí está muy equivocado. Está perjudicando a un proyecto del Gobierno y que está pensado para salvar vidas».
MARCHA DE CELIA GÓMEZ
La consejería Sanidad durante su mandato ha sufrido varias salidas de la misma, la última la de la gerente del Servicio Cántabro de Salud, Celia Gómez, que podría haber sido el detonante de toda esta situación aunque Rodríguez quería desvincular su salida de la dimisión de su «compañera y amiga, cuya marcha se conoció el día anterior a la suya, algo que, según ha reconocido, no sucedió como estaba previsto, sino en orden inverso.
«Yo no me voy porque se vaya Celia ni ella se va porque me vaya yo. Ha sido una concatenación de hechos que han coincidido en el tiempo y que los dos hemos decidido que era nuestro momento», ha dicho Rodríguez, que no cree que estas marchas vayan a generar «parálisis» en la sanidad cántabra.
AVISO A NAVEGANTES
Rodríguez ha hecho un «aviso a navegantes» y ha advertido que, aunque «no sabe si la sanidad dará muchos votos, desde luego lo que sí hace es quitarlos» y, por lo tanto, es «fundamental que se haga una buena gestión sanitaria».
«Aquellos partidos que no estén pensando en la sanidad y en poner el dinero que la sanidad necesita y en no asfixiar económicamente al SCS puede ser que se tengan que arrepentir porque la población valora mucho la sanidad«, ha advertido.