¿Cuál es el motivo de su consulta? eso es lo primero que escuchara un ciudadanos cuando llame a su centro de salud para pedir cita con su médico, por parte del telefonista o administrativo de turno que coja el teléfono según el nuevo protocolo de la Consejería de Sanidad que dirige el cuestionado Miguel Rodríguez (PSOE) y que está causando indignación entre los ciudadanos y los propios facultativos de los centros médicos.
El ciudadano se pondrá en contacto con su centro de salud y será el administrativo que le coja el teléfono quien decidirá si la dolencia que tiene requiere una cita presencial o telefónica. En el caso de que el administrativo tenga dudas se pondrá en contacto con el médico para que éste se ponga en contacto con el paciente y sea él quien decida dar o no la cita.
El objetivo, según de Sanidad es no volver a tener colapsadas las consultas de los centros como ocurría antes de la pandemia. Así lo explica Antonio Martínez, director médico de Atención Primaria: » Esto es un cambio pero ya en otros países se realizaba de forma habitual. No tener que desplazarse para resolver todos los problemas de los pacientes. Hay procesos como solicitud de pruebas diagnósticas, receta electrónica… que no necesitan tener que desplazarse. Hay que intentar no volver a masificar los centros».
Para llevar a cabo esta labor se contratará a más personal y se les dará una formación específica para que sepan como actuar y como tomar la decisión final indican desde la Consejería de Sanidad.
Lo cierto es que la medida ha causado indignación entre los ciudadanos y los propios médicos de los centros de salud que no entienden como Sanidad puede conceder esta facultad sin tener conocimientos de medicina ni estar facultados para decidir sobre la salud de las personas.