El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha asegurado que las declaraciones que hizo en el diario británico ‘The Guardian’ en las que ponía en tela de juicio la calidad del sector cárnico español fueron como ministro de Consumo, contradiciendo así las palabras de la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que ha señalado que estas opiniones son «a título personal» y no del Gobierno. Si bien, ha normalizado que haya diferencias en el Gobierno de coalición.
«Es evidente que estoy en contra de las macrogranjas, como lo está mucha gente, pero mis declaraciones son como ministro de Consumo, por supuesto que sí. No podría ser de otra manera tratándose de una materia que es competencia también del Ministerio de Consumo», ha manifestado Garzón.
En este sentido, ha subrayado que al formar parte de un Gobierno de coalición «puede haber diferencias». «Esto lo normalizo mucho. Estamos en un Gobierno de coalición (…) tenemos un acuerdo programático para la legislatura, pero eso no significa que tengamos homogeneidad. Tenemos nuestras diferencias», ha insistido.
Al respecto, ha recordado que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha salido a defender «lo que es de cajón» y que «será más de cajón el año que viene» ya que, asegura, esta discusión «no tendría lugar, al menos de esta forma, en otros países».
Tiene claro que sus declaraciones fueron «impecables» y respalda sus palabras en las directrices de la Comisión Europea y en la «evidencia científica». «Estamos muy contentos con la línea de trabajo que estamos realizando», ha explicado.
CIRITICAS A PAGE
El Ministro de Consumo no entiende las críticas del Prwesidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page por eso se pregunta «¿Cómo se entiende que un presidente de esa comunidad ataque a un ministro que ha dicho exactamente lo mismo que hace la comunidad autónoma? Solo se puede entender por interés partidista».
Según Garzón, en su entrevista hizo un «elogio» de la ganadería extensiva que es ejemplar pero hay quien «busca atacar al Gobierno utilizando cualquier arma» y ha insistido que no tiene ningún temor a que sus palabras puedan afectar a la exportación de carne española porque «todo el mundo sabe que no es lo mismo la calidad de una producción que se hace en extensivo permitiendo al ganado pastar, pasear, alimentarse en los terrenos, que el modelo de macrogranja»