La «resaca» de la Nochevieja ha dejado en Santander toneladas de basura en la zonas de Plaza de Pombo y Cañadío, como consecuencia de los botellones llevados a cabo por la gente que había decidido despedir el 2023 y comenzar en el 2024, en la calle.
Miles de personas se reunían en la zona habitual de copas de la capital cántabra centrada especialmente en la Plaza de Pombo y Cañadío unidas una a otra por una estrecha calle como es la de Hernán Cortés.
Tras la noche y a medida que las zonas se iban despejando con la llegada de la mañana, se podía ir comprobando las miles de bolsas, botellas de plástico y vidrio, así como vasos de plástico, que se habían dejado tiradas en la calle, por donde casi no se podía ni transitar.
Y con la llegada de la luz del día se podía ver como entraban en acción los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Santander, con palas excavadoras incluidas para retirar toda la basura de las calles y volver a restablecer la limpieza habitual de la zona.
A pesar de las quejas de los vecinos, que ven como esas zonas los fines de semana y en verano especialmente se suelen acumular la basura de los botellones en la calle, resulta muy complicado para el Ayuntamiento suprimir esta práctica, que debería ser más una cuestión de civismo de las personas que no imposiciones o sanciones.
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En Los campos Elíseos de París, un millón de personas y ni una basura en el suelo.
Es cuestión de educación.