El Consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez (PSOE), es ahora mismo el hombre con más poder dentro del Gobierno de Cantabria, por encima incluso del propio Presidente, Miguel Ángel Revilla, como se ha podido demostrar en las últimas semanas con unas decisiones que ni el propio Revilla comparte pero que a pesar de ello han sido impuestas a la población de la comunidad autónoma.

En un caso insólito y no visto nunca en ninguna otra comunidad autónoma, un Presidente de una comunidad dice públicamente que el que manda es un consejero suyo, como ha reiterado en numerosas ocasiones el propio Miguel Ángel Revilla, lo último lo acontecido con el cierre del interior de la hostelería, donde ha sido público y notorio, la discrepancia que han tenido en esa medida, que llevó a decir a un Presidente a decir que iba a ver si «convencía» a su Consejero de Sanidad para que cambiara de idea con respecto a esa medida.

Lo cierto es que Miguel Rodríguez, se lo ha creído, y se siente como el auténtico presidente de Cantabria, imponiendo sus decisiones, muy cuestionados por poco eficiencia y poca rigurosidad tanto sanitaria como jurídica, ya que ni los informes sanitarios avalan el cierre del interior de la hostelería, ni los juzgados le han dado la razón.

Una vez que Revilla, ha declinado toda responsabilidad como presidente cediendo el control al Consejero de Sanidad, este campa a sus anchas respaldado por la sección del PSOE, que encabeza el vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga (PSOE), quien apoya y comparte todas sus decisiones, como ha manifestado públicamente.

Pero no sólo tiene asumido que ahora mismo es intocable en el Ejecutivo cántabro, sino que además se atreve a cuestionar las decisiones judiciales e incluso, a pesar de las resoluciones en contra, señalar, como en el caso del pasaporte Covid para entrar en el interior de los locales de hostelería anulado por el TSJC, que sigue en vigencia.

Se ha cargado el turismo de verano con sus constantes manifestaciones públicas indicando que Cantabria estaba en alto riesgo de contagio y elevando, como este pasado lunes, a nivel 4 (el máximo) de riesgo sanitario a toda la región, al margen de ser la única comunidad autónoma en España que prohibió abrir el interior de los locales de hostelería en plena campaña de verano.

La indignación es palpable entre los ciudadanos tanto contra el, como contra el Presidente regional, Miguel Ángel Revilla, por consentir estas actuaciones de alguien que se supone tiene que estar a sus órdenes y no al contrario, y que está llevando a un serio desgaste tanto del propio Revilla, como de su partido el PRC, que puede tener serias consecuencias en un futuro electoral.