Que Cantabria, apenas tiene peso en el gobierno de Pedro Sánchez, es una evidencia viendo como prácticamente no nos tiene en consideración ni en el reparto del dinero para las comunidades por el COVID-19, ni el deuda con la obra del Valdecilla, donde han recurrido la sentencia de la Audiencia Nacional, que les insta a pagar los 22 millones pendientes, ni ahora con las obras a llevar a cabo en nuestra comunidad autónoma.l
Y no será porque José María Mazón (PRC), no les ha regalado el voto en las votaciones durante el Estado de Alarma, donde otras comunidades autónomas, han sacado partido de su apoyo a Sánchez, por haberle dado su voto favorable en las distintas votaciones habidas durante el periodo de confinamiento.
Eso sí, Fomento, se ha comprometido a Lo que sí hará es firmar en el plazo de una semana en contrato para realizar el estudio del tren a Bilbao y, en este mes, sacar a información pública el tramo de alta velocidad Alar del Rey-Reinosa. Es decir, nada, sólo papeleo que a la postre como suele ser habitual se vaya a ir retrasando o luego quede en papel mojado como ya tenemos experiencia en ello en Cantabria.
Saura, que se reunión con Mazón, este jueves, aplazaba hasta octubre la confirmación de los plazos para llevar a cabo la licitación y adjudicación de las obras que ya tienen proyecto aprobado, como son los cinco tramos de la conexión Palencia-Alar y el Desfiladero de La Hermida. Para el diputado del Partido Regionalista, hay que recoger esta promesa «con reserva y cautela», añadiendo además que «Es cierto que estamos ante una crisis totalmente inesperada y que está requiriendo esfuerzos económicos imprevistos, pero el PRC va a ser muy riguroso en la exigencia de los compromisos firmados, porque las obras pendientes en Cantabria acumulan ya demasiados retrasos».
«Podemos entender que la planificación se retrase unos meses y que se produzca alguna demora sobre el calendario previsto, pero no aceptaremos que Cantabria vuelva a ser la pagana, ni que los compromisos que llevamos tanto tiempo reivindicando queden aplazados sine die, como ya ha ocurrido varias veces en el pasado» señalaba Mazón, aunque la experiencia dice que el Estado, ha dejado en la estacada a nuestra región, aunque Revilla o el propio Mazón, ahora, alcen la voz para protestar.
El tiempo dirá si esta vez se cumple lo prometido, pero los cántabros son conscientes que «regalar» el voto cuando el Estado lo necesita, no sirve de nada y lo que hay que hacer es exigir cuando te necesita, como hacen otras comunidades autónomas, sin ir más lejos los Vascos o catalanes, que siempre sacan contraprestaciones por sus votos.