Por Marcelino Pérez
El fuerte empuje inicial de VOX, el partido de la derecha española, se ha frenado y ahora mismo esa formación política está más cerca de su extinción que de remontar los resultados de las elecciones generales del pasado mes de julio. El partido que lidera Santiago Abascal está seriamente amenazado por sus divisiones internas y en Cantabria estos males se agudizan.
VOX parece continuar en la misma senda que otros partidos que nacieron con fuerza y generaron esperanza, desde UPyD, hasta ciudadanos, Podemos… formaciones políticas que crecen a gran velocidad, no se toman respiro para asentarse y terminan corroídos por la avalancha de nuevos militantes y simpatizantes que sólo persiguen un puesto remunerado o satisfacer su propio ego.
En Cantabria la debilidad de VOX es patente. Tras la marcha nunca explicada de su fundador, Ricardo Garrudo, el camino ha sido errático. El poder se ha concentrado en dos manos: Emilio del Valle y Leticia Díaz que han acaparado todo el poder. Resulta llamativo que del Valle tenga tres cargos a la vez, tres cargos importantes: presidente del partido, diputado en Cortes y concejal en el Ayuntamiento de Santander. Leticia Díaz mantiene una política radical que propicia los enfrentamientos con el PP.
El hecho de que tanto del Valle como Leticia Díaz fueran, en otro tiempo, consejeros en gobiernos del PP, propicia los comentarios de que las pugnas son ajustes de cuentas por agravios pasados.
El goteo de deserciones o ceses en VOX es un síntoma de que el partido ha entrado en una etapa de pérdida de rumbo. El cese de Armando Blanco como miembro del comité ejecutivo provincial viene a sumarse a la descomposición de una fuerza política que tiene un importante peso en el parlamento regional.
El cese de Blanco, que mantiene su puesto como diputado, supone que de hecho VOX pierda uno de los cuatro diputados que tiene en el Parlamento regional.
El acercamiento, cada día más evidente, entre el PP y el PRC hace que VOX sea un partido perfectamente prescindible para mantener la gobernabilidad. El PP ha hecho una demostración de fuerza al pactar, en secreto y a toda velocidad, los presupuestos del año 2024 con el PRC dejando en la cuneta a VOX.
Una seria amenaza es que se profundice en esta línea y que a lo largo de la legislatura el grupo de cuatro diputados de VOX en Cantabria se quede reducido a la mitad.