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viernes, marzo 29, 2024

¡¡VIDA!!

CARMEN CRESPO

“… un ser vivo..., es una creación valiosa y única de la naturaleza. (Y) si no fuéramos algo más que seres únicos, sería fácil hacernos desaparecer del mundo…, y entonces no tendría sentido contar historias. Pero cada hombre no es solamente él; también es el punto único y especial, en todo caso importante y curioso, donde, una vez y nunca más, se cruzan los fenómenos del mundo de una manera singular. Por eso la historia de cada hombre, mientras viva y cumpla la voluntad de la naturaleza, es admirable y digna de toda atención” (Hermann Hesse).

Cuando transitamos por la vida en los años que habitamos en esta dimensión, las dudas y preguntas existenciales nos acompañan en nuestro vivir sin dar respuesta que pueda calmar nuestra angustia, dolor e incertidumbre vital.

Por que…?  ¿Quienes somos? ¿Cómo es que tenemos vida? Y quizás lo más importante.. ¿para qué la tenemos?

La historia nos cuenta exactamente eso, historias: de la vida, de la muerte, de la tierra, de los hombres, etc… Historias de las guerras… normalmente contadas y registradas por el bando vencedor, en estas luchas eternas de poder de los humanos sobre otros humanos, sobre otros animales, sobre otros recursos, sobre otros seres…

Según vamos viviendo, sintiendo, pensando y elevando o bajando nuestro nivel de vibración por la escalera de caracol que es la vida, nos vamos percatando de que no es oro todo lo que reluce y que además es preciso encontrar nuestro centro de gravedad en nuestro interior pues él es nuestro punto de apoyo para ser, estar y actuar en esta dimensión y su realidad.

Ya nos informó Arquímedes en la antigüedad… «dame un punto de apoyo y moveré el mundo». Y más cercano a nosotros Jesús de Nazaret predicó: «La fe mueve montañas» como recordatorio también de que si confiamos en nuestra propia guía interna tenemos acceso a lo sobrenatural.

Partiendo de que la vida parece ser un milagro, pues no podemos sentir, pensar y creer que pueda ser de otro modo esta situación viviente en la que nos encontramos; la mayor de las incógnitas de todas es ¿cómo se originó y creó la vida en el Universo y fuera de él? ¿Cuál es la ecuación que dio lugar a todo un proceso de creación de vida y de sentirnos vivos acumulando experiencia en planos diferentes de realidad? Tenemos muchas teorías al respecto, pero no dejan de ser sólo eso: interpretaciones de un conjunto amplio de observaciones.

Sin embargo, hay muchos humanos que no sabemos que hacer con nuestra vida; con este regalo que es estar vivo. Vagamos de día en día, en una escalada vital sin sentido, sin objetivo que pueda ser calificado de valioso por nuestra alma hambrienta de aventuras diferentes a las que necesita nuestra pequeño o grande ego. Pero claro! toda la sociedad está diseñada a alimentar las necesidades de la personalidad en detrimento de las necesidades del alma y ésto es una ecuación complicada de resolver y de analizar. Al menos para mí.

Cuando somos más jóvenes, los juguetes que nos entrega la vida y la sociedad para que nos entretengamos nos parece lo mejor de lo mejor que nos puede pasar. Pero según vamos cumpliendo años y aprendiendo de la experiencia propia y ajena llegamos a la conclusión de que todos estos elementos van dirigidos a alimentar a nuestro ego y a anular al alma en una conspiración bien armada no sabemos por quién y para qué pero lo observado es que el ego se engrandece, se infla, se llena de orgullo y poder y el alma se queda callada al no ser escuchada, valorada ni atendida por el ser humano de una sociedad con demasiado ruido afuera que nos mantiene hipnotizados fijando nuestra atención.

Si contamos que el Ego es nada más que una máscara veneciana con la que vamos disfrazados durante todo el periodo que dura el carnaval de nuestra vida. Con la que se cubre nuestro verdadero rostro para poder sobrevivir en una sociedad caníbal de otros yoes y aniquiladora de lo más preciado que somos: una presencia energética poderosa y amorosa

Cuando digo presencia y amor quiero decirte que casi no sé de lo que hablo pues el desconocimiento de la profundidad de estos conceptos es tal que quiero dejar claro que lo que digo es lo que siento, sin más.

Aclarado ésto, es importante saber que lo que expreso es únicamente mi pequeña visión desde este punto estratégico de la vida que es mi cuerpo y a través de las gafas que llevo por la miopía existencial a la que me veo sometida en presencia de mi +/- querido ego. Dicho está. Así que te pido que no te escandalices por mis visiones quizás exageradas, desmesuradas o fuera totalmente de la realidad aunque en alguna ocasión tengas la sensación de que he dado en la diana y que lo que digo pueda tener algún atisbo de verdad. No te creas nada.

Al fin y al cabo todo lo que dicen y decimos los demás no son más que teorías que acarician nuestra alma sedienta de recordar su origen y su verdad. En última instancia, nadie más que ella es quien te puede guiar por el laberinto que guarda celosamente el minotauro que no nos quiere, o sí, quién sabe, dejar escapar.

La auténtica verdad la tiene ella si aprendemos a escucharla y reconocer su auténtica voz indescifrable para el pequeño yo y por ello incapaz de poder suplantarla. El trabajo interior de discernir quién habla (ego o alma) cuando nos hacemos preguntas o vienen pensamientos es vital para ello.

Y por qué te estoy contando todo esto? Pues porque no sé el por qué toda la situación que estamos viviendo ahora, dentro y fuera de nosotros mismos, dentro y fuera de nuestro país, dentro y fuera de nuestro planeta incluso, me acomete a pensar que estamos transitando momentos vitales, terrestres y cósmicos únicos.

Momentos en los que es necesario agarrar fuertemente en nuestra mano la brújula que nos indica la dirección correcta, el camino, la estela para poder navegar en este acuario de aire y que la tormenta perfecta no nos abata, no nos destruya, si no que nos convierta en alumnos despiertos adquiriendo maestría de vida terrenal, de existencia espiritual, de ser y estar con el máximo potencial de nuestra presencia en la vida que no se sabe quién, ni cómo, ni por qué, ni para qué, en un acto de amor grandioso y generoso, nos ha dado.

Sólo decir.. Gracias, Gracias, Gracias en estos tiempos, no vale… tenemos que reinventarnos individualmente a nosotros mismos, para dirigir nuestra energía hacia un bien común: participar en la creación de la realidad de nuestra sociedad.

La expansión del conocimiento y crecimiento de quién realmente somos creo firmemente que es lo más importante que hemos venido a vivir en esta existencia y el momento es aquí y ahora: “único punto de apoyo para que nuestra fe entendida como confianza plena en nosotros mismos… nos ayude a mover las montañas del mundo.”

Por qué y para qué y en última instancia para quién, esto es importante? Sólo puedo decirte que como tú, no tengo ni idea! Sin embargo vive dentro de mí un recuerdo, un brillo, un valor, que me demanda una respuesta, una acción…

Saludos!

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