Por Marcelino Pérez
En El Diario montañés de hoy, domingo 16 de marzo -en Cantabria Press se puede citar a los competidores- se publican dos artículos que analizan la situación de Cantabria desde el punto de vista económico y social. Ambos comentaristas coinciden en el diagnóstico: Cantabria se queda atrás respecto del ritmo medio en España y esto sucede desde hace muchos años.
Esa coincidencia no tendría mayor importancia si no fuera porque ambos analistas tienen visiones ideológicas contrapuestas: Por una parte, el catedrático de la UC, José Villaverde es un economista de gran prestigio, con una ideología claramente socialdemócrata, más cerca de lo público que de lo privado. Por otra, el periodista Manuel Ángel Castañeda, doctor en ciencias de la información, ha mantenido siempre una posición claramente liberal, más próximo a lo privado que a lo público.
Ambos coinciden en el análisis de la situación: Cantabria lleva décadas perdiendo posiciones respecto a la media española. Cantabria crece menos que el conjunto de España y la acumulación de esa situación ha hecho que esta región pierda posiciones en el nivel de vida respecto del resto de España.
Esta coincidencia en la situación real, desde dos puntos de vista muy diferentes ideológicamente, bien pueden ser una prueba de que Cantabria debe variar su ruta para no caer en una situación de atonía y pérdida de riqueza.
Estas palabras del profesor Villaverde son elocuentes: “es indudable que las tendencias apuntan en una dirección muy concreta que, además, se ve corroborada por lo sucedido en las dos décadas largas que van transcurridas del siglo actual. No desdeñarlas y actuar en consecuencia debería ser una prioridad para todos”.