Por Marcelino Pérez
La boda civil entre la enfermera Noelia Mancebo y el ingeniero Íñigo de la Serna (exalcalde de Santander y exministro de Fomento) ha sido el comentario del pasado fin de semana en Cantabria.
Despliegue gráfico en los diarios locales y mucho tráfico en las redes sociales pero un detalle parece haberse perdido en el glamour: Un perro, realmente una hembra de perro, nominada como Lula campó por sus respetos en el interior del palacio de La Magdalena.
Y lo hizo delante de la alcaldesa de Santander, “propietaria” como responsable del edificio. Hasta ahora en ese recinto, como en el resto de los lugares públicos, está prohibida la entrada de animales, pero en este caso la igualdad se quebró y se permitió que la pareja de novios tuviera con ellos a su mascota.
Desde ahora, ya nunca se podrá impedir el acceso de perros, gatos, loros y demás mascotas al interior del palacio de La Magdalena, porque el precedente de la boda de Mancebo y De la Serna ha sido avalado con la presencia de Gema Igual quien, como alcaldesa de Santander, ofició la ceremonia civil.
Los animalistas tienen ya a quien votar, porque Gema Igual ha roto un protocolo y sienta un precedente que avala el acceso de las mascotas a los lugares de uso público.
En breve veremos el vestíbulo del Ayuntamiento con perros y gatos llevados por sus dueños cuando acuden a realizar gestiones. Se supone que los guardas de seguridad que controlan el acceso a las oficinas y despachos municipales tengan ya instrucciones para permitir el acceso de animales si van acompañados de sus dueños.
Por si hiciera falta más certificaciones de que el acceso de animales al palacio de La Magdalena está permitido, lo vieron impasibles desde el expresidente Mariano Rajoy hasta el exalcalde Gonzalo Piñeiro.
El Palacio de La Magdalena es, desde ahora, territorio accesible a las mascotas.