Por Luis Gran
Durante los días finales de julio y el mes de agosto la clase política de Cantabria ha estado en estado de hibernación. Ni siquiera el grave acuerdo entre el PSOE y ERC, que despojará a Cantabria de buena parte de su financiación, ha servicio para despertar a diputados regionales y nacionales, ni al amplio elenco de altos cargos del gobierno.
Llega septiembre y, quieran o no, comienza un nuevo ciclo con los problemas sin resolver acumulados y en ebullición. El Partido Popular acusa la debilidad que afecta a los partidos cuando logran gobernar: Todo se reduce a gobernar y el partido queda casi vacío. No hay ideas ni tampoco debate. Se deja la iniciativa a la oposición.
El gobierno regional afronta esta nueva etapa, segundo año gobernando, con problemas entre sus altos cargos. Las dimisiones y ceses en Sanidad no se han cerrado y ahora pueden reproducirse con mayor intensidad. Por otra parte, aparecen grietas en las empresas públicas, especialmente en Cantur. El gobierno no piensa en cambios y mantiene el mismo equipo con la idea de desarrollar su programa.
El Partido Socialista de Cantabria tiene ante si afrontar el Congreso Federal en el mes de noviembre. Ese congreso federal será de enorme importancia ya que puede modificar los niveles de mando dentro del socialismo cántabro y al mismo tiempo cortar la sangría de votos que puede producirse si el acuerdo firmado por Esquerra Republicana de Cataluña sigue adelante.
En varias regiones los socialistas ya han mostrado su malestar y el desacuerdo con ese acuerdo, porque son conscientes de que es un tema de imposible defensa. En Cantabria el silencio es la prueba de la sumisión de los representantes cántabros al líder del partido. Solamente un artículo de un destacado socialista, de la vieja guardia, ha salido a defenderlo con el peregrino argumento de que si se aplica en Cantabria la región doblaría sus ingresos… por el efecto de la tributación del Banco Santander.
En el PRC las aguas bajan revueltas. Tras la derrota de las elecciones de mayo del año 2023 la salida de Miguel Ángel Revilla no termina de producirse. Sus palabras ante los medios de comunicación y de los militantes regionalista diciendo que su relevo se producirá “cuando él quiera y como él quiera” han despertado la indignación de Javier López Marcano, eterno número dos del PRC y un líder con una buena parte de la masa regionalista detrás. López Marcano podría obligar a que el empeño de Revilla de seguir al frente del PRC, aunque sin ejercer el cargo, se termine y se produzca el relevo.
La aparición de “Cantabristas”, en su mismo terreno regionalista, con un claro sesgo de izquierda es una amenaza real al PRC de ideología indefinida.
En VOX se respira un ambiente de despedida. Las peleas internas, las desavenencias y la falta de un liderazgo claro dejan a VOX sin voz y sin mensaje.
Desde ahora hasta Navidad, el reto del gobierno está en sacar adelante los presupuestos para lo que deberán contar o con el apoyo del PRC o con el de VOX. Si el ejecutivo de Buruaga no logra aprobar las cuentas para 2025 pudiera producirse un cambio en profundidad y que el PP tenga que pactar, con entrada en el Gobierno, bien, con VOX, bien con el PRC
