En un reciente artículo en este medio, hablaba sobre la perdida de identidad del «cuarto poder”, la prensa, fagocitada tanto en -España como en el resto del mundo, por las empresas que lideran las bolsas mundiales.
Decía también, que el Estado de Derecho Moderno, desde el Siglo XVIII, tras la caída de los regímenes despóticos, descansaba en la imprescindible “división de poderes” (legislativo, ejecutivo y judicial), proclamada por Montesquieu, lo que constituye uno de los pilares jurídicos en los que se asientan (o al menos deberían) las democracias actuales.
No cabe duda que, desde hace unos años, más de una década, estamos asistiendo a un cambio de ciclo (con el siglo), en todos los aspectos, y de la misma forma que hace un año advertía en este medio que el Bitcoin era un producto de riesgo, como los hechos así vienen a evidenciarlo (cuando lo dije en Abril 21 vaila 62.000 $ y hoy casi la mitad 38.000$), el riesgo en estos momentos se cierne sobre la “división de poderes” o al menos, así lo visualizo en lo que puede denominarse una transmutación de poderes.
Me explico. Los antecitados y tradicionales tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), desde un tiempo a esta parte están subestimados, de tal forma que vienen siendo desplazados o anulados (de facto) por otros tres poderes que están irrumpiendo con fuerza: el “económico”, de la mano de los grandes fondos de inversión, que a su vez controlan las grandes multinacionales (que como su propio nombre indica, son transfronterizos) con más potencial que los propios Estados; el Poder “Político”, cuyo aparato es controlado en los distintos países también por los grandes intereses económicos de dichos fondos, que controlan la financiación de los partidos (en el mejor de los casos, en los estados democráticos; controlando también la propaganda), y por último el “poder mediático y digital”, representado por las grandes medios de comunicación (TV y prensa), redes sociales (Facebook, Instagram, etc.) , cuyo capital, como en su día afirmaba, y me reitero, corresponde al poder económico, lo que habla por sí mismo.
El poder mediático tiene tal fuerza de crear tendencia y opinión, que incide notoriamente incluso en las decisiones Judiciales, pues apartarse de esa “realidad mediática”, y a veces ficticia o forzada, supondría adoptar Resoluciones contra corriente, o la pseudo verdad dominante, lo hemos visto con las recientes respuestas al Covid.
Estos tres poderes, sobre todo el más importante, el económico, han encontrado el campo de cultivo en tres variables, bajo mi punto de vista, a saber : a) la globalización (lo que excede de la competencia de cada estado); b), la falta de regulación universal que establezca las reglas de juego de los mismos (lo que es lícito de lo que no y sus sanciones fiscales y/o penales) y los excesos que puedan cometerse ante dicho vacío; y c), la ausencia persecución judicial universal, o local, de los mismos.
A estas alturas, hay evidencias más que suficientes que los últimos acontecimientos, al menos su gestión posterior, ha sido dirigida por el poder económico, a través de su tentáculo como es el poder político, a través del campo de cultivo que le allana el “poder mediatico, poniendo como ejemplo del más significativo Covid 19, secuenciado al alimón por todos los medios, con idénticas consignas políticas sobre la población, pero además lo comprobamos también en las Elecciones a Presidente en distintos países, como se puso de relieve en las recientes de EEUU, apoyado por las grandes tecnológicas entre otras. Recuerden que Facebook eliminó la cuenta a Trump.
El poder económico a que me refiero, como acabo de apuntar, se despliega globalmente mediante estas entidades modernas como son los “Fondos de Inversión” (que suplen al Estado, con menos infraestructura -no la necesitan-, pero con más fuerza e inteligencia), por ser quienes catalizan los hilos de influencia en los distintos ámbitos. Hay otros fondos (dependiente de aquellos), como son los “fondos buitre”, la mayor agencia inmobiliaria del planeta.
Con un ejemplo basta. Si analizados el “Fondo de Inversión” más potente del mundo (en cuanto a volumen de negocio), como es BLACK ROCK, cuyo Presidente Larry Fink, esta considerado el “amo del planeta”, o al menos el más poderoso (véase Articulo de El Mundo 29.01.2022), comprobaremos que participa en España en 18 de las empresas más importantes del IBEX 35, con una presencia importante en los Órganos de gestión y decisión, empresas que, a su vez, son titulares de los distintos medios de comunicación, como es el País, y los restantes grupos. Pero además, es el segundo accionista en APPLE, MICROSOFF y tercero de JP MORGAN, solo por citar los más potentes del Mercado de Valores Americano, pero están presentes en casi todos los grandes valores y operadoras.
Esto en cuanto a lo económico, pero en lo que afecta al poder político, dicho fondo está considerado el “brazo ejecutor” y una prolongación de la Reserva Federal (USA). De hecho el principal asesor económico de Biden, el de Kamala Harris (Vicepresidenta) y el número dos del Tesoro, todos han ocupado cargos en indicado Fondo. Y por si cupiera alguna duda, el actual Jefe de Seguridad Económica de los EEUU, BRIAN DEESE fue director de “inversión sostenible” en Black Rock.
En el frente de Ucrania, donde Biden tiene cuentas pendientes con su hijo, nos pretenden vender su hipotética invasión como una locura de Putin, cuando Putin (que no es santo de mi devoción) ha argumentado las razones por las que refuerza sus fronteras. Sin embargo, todos los medios lo califican como el mismísimo demonio. Pero ¿Cuál es el problema?, que el poder “mediático”, no cuenta toda la verdad.
El poder mediático (digital también), deberían ser independientes, realizar un periodismo de investigación y contarnos toda la verdad, tanto histórica como actual, y ver el trasfondo de las verdaderas cuestiones que subyacen detrás de todos estos últimos acontecimientos de carácter global que nos han sumido en una profunda depresión, los intereses de por medio (grandes beneficios, bien en las farmacéuticas, tecnológicas o armamentísticas) y sobre todo quienes salen con la cuenta de resultados más favorable.
Esta es la ecuación. Pero ¿cómo se soluciona esto?: Lo acabo de sugerir al principio, y así lo he manifestado varias veces: su regulación Universal, y su persecución y castigo Judicial Universal (recalco), pero, de momento, nadie pone el cascabel al gato. No interesa.
