Acabamos de conocer esta semana una noticia preocupante, como es el penúltimo capítulo de la irrupción en el Racing de unos argentinos apadrinados por Higuera (conocido en el argot futbolístico como Manolín Higuera) ya como copartícipe importante, y, además, maestro de la ceremonia de los «gauchos” salvadores.
Pues bien, yo no se si se piensan que los ciudadanos somos tontos o algo parecido, al vendernos la operación bajo el pretexto de siempre, los nuevos salvadores de la entidad, como sucedió desde la entrada-salida de Piterman (aunque lunático, fue el único que ha puesto dinero en la historia de los últimos 25 años en el Racing, con 2,5 M€ de la época además de los ingenuos que participamos en la atomización), por cierto abortada por “los medusas”, entre los que se encontraba, como no, el común denominador Higuera, seguida por llegada de los Montalvo-Dunviro (a cambio del también abortado macroproyecto del Ecoparque Besaya), y la llegada del espectáculo circense Ali Syed, de todos conocida.
Como decía, la relación obsesiva de Higuera con el Racing (que considera su juguete o capricho) roza lo patológico, pues ha venido merodeando a su alrededor en formas varias desde hace unos treinta y cinco años (1.988) cuando entró con calzador al club, hasta conseguir ahora la propiedad del Club ahora de la mano de los midas de la pampa, un tal Salvador Cería. Nos gustaría saber cuanto dinero ha puesto.
Y digo obsesiva porque cuando su progenitor (creo recordar) formaba parte de la Junta Directiva del Club, siendo entrenador el recientemente fallecido Delfín Álvarez, éste “niño bien” de Santander (STV), tuvo el capricho de militar en la primera plantilla, a pesar de que, repito, a juicio del “míster” era un jugador mediocre, del montón, pues no tenia calidad suficiente para el primer equipo, pese a lo cual le obligaron a inscribirle y alinearle, pero Delfín Álvarez en un gesto de honradez, dignidad y coherencia profesional dimitió pues no aceptaba imposiciones de tal naturaleza pues el chiquillo no daba la talla. Sin embargo, la cuerda se rompió, como suele suceder, por la parte más débil, el entrenador se fue con la cabeza alta, pero el “niño de papa” se quedó en el Club, del que nunca más se despegaría.
Con posterioridad, Higuera, como antes apuntaba, abanderó la cruzada de “Los Medusas” para echar a Piterman, simplemente porque éste señor quería ser entrenador, lo que no fue del agrado de dicha plataforma, que con desorbitada presión mediática consiguieron cargárselo y perdiendo aquel la inversión. Esto no quiere decir que esté de acuerdo con el modus operandi del ucraniano (pues acabó mal también en el Alavés), pero nadie puede negar que, como antes decia, puso una importante cantidad de dinero contante y sonante y mantuvo el equipo en la máxima categoría del futbol.
Años después, tras el fiasco del hindú, Sr. Ali Syed, y la declaración de concurso de acreedores, el Sr. Higuera, en base a su condición de miembro de la “asociación de ex futbolistas”, abanderó una inocua querella criminal (para el Club me refiero) por Administración Desleal frente a Pernia y Harry, que al final ha acabado con una pena de prisión para este último, sin mayores consecuencias para la entidad, salvo el interés mediático que rodea a la entidad y propaganda propia.
Prácticamente, sin solución de continuidad, y con la entidad en concurso de acreedores, Higuera vuelve a aparecer en escena en 2014/15, alcanzando la Presidencia, junto a la pléyade de Harvard, como son Tuto Sañudo, Victor Diego, etc., abanderando la famosa campaña de “atomización del Racing”, a cuyo auxilio acudimos de buena fe miles de racinguistas de corazón y de toda condición social, utilizando para tal propósito a un racinguista pro, como es Quique Setién, que también se implicó con un paquete de acciones importante, hasta que se dio cuenta que lo utilizaron.
En dicho ínterin se produce la victoria de Revilla en las Elecciones Autonómicas de 2.015, apareciendo una vez más (y es la cuarta), otro grupo salvador y filantrópico, como es el Grupo Pitma (de Tanos), empresarios que venían con la vitola de cracks de los negocios (cosa que no pongo en tela de juicio), razón por la cual me resultaba mas extraña su irrupción por dos razones: i) un Club de Futbol por definición es una entidad deficitaria, y ruinosa, y si no que se lo pregunten a los dos mas potentes, Barsa (en quiebra) y el Real Madrid que de no ser porque saneó su balance con la venta de la ciudad deportiva en el pelotazo del siglo en la capital (según José M. García), lo que permitió su patrimonialización, y ii) y en segundo lugar porque si entras en el capital de una sociedad (en concurso) no dejas que la gestión deportiva (materia prima del club) caiga en manos de los que fueron incapaces de sacarlo adelante, Víctor Diego, Tuto Sañudo, etc., y el propio Higuera, bajo cuya gestión el Club estuvo anclado años en Segunda B. Algo no me cuadraba.
Y dejando de lado las inexplicadas ampliaciones de capital, resulta llamativa adquisición del crédito pignoraticio por parte del Grupo Pitma a la prestamista Inmoarrabi (un 30% del capital) y la contabilización de “las aportaciones” como prestamos al Club, las interacciones con la Fundación Racing, con operaciones de venta y traspasos de futbolistas, etc, etc. a espaldas del Concurso y que requieren una explicación.
Como llama poderosamente la atención que apenas 15 días desde que se produjo la salida del PRC y Revilla del Gobierno, el Grupo Pitma se deshaga del Racing deprisa y corriendo, ahora a unos argentinos de la mano del “común denominador”, Manolín Higuera. Por tanto algún detalle se nos escapa.
Pero el tufillo va en aumento, no solo porque siguen los mismos de siempre (con los que ha sesteado durante seis años en segunda B, y ahora de milagro en segunda, con un Racing que es un sucedáneo de otras épocas en todos los aspectos), sino que se cuando vemos que más en una entidad deficitaria en todos los órdenes, en concurso, sea una “golosina” de 30 millones a este grupo argentino, de muy difícil retorno (salvo que entre dinero o contraprestaciones publicas, como ha sucedido hasta la fecha). Todo muy extraño y por supuesto “contra natura”.
Y mas extraño aún, no olvidemos (aunque veo que la gente tiene poca memoria), que hace poco un “racinguista de verdad” como antes decía, solvente en todos los sentidos y que se crio en el Racing al que ha dado todo como futbolista y entrenador, Quique Setién, hizo hace no mucho, antes de firmar por el Villarreal, una oferta interesante y este grupo liderado por Higuera en la sombra lo impidió. Sabemos que la relación de Higuera con Setien no es buena, y es lógico, son las antipodas en todos los ámbitos.
La gestión deportiva y económica de este puñado de mediocres (que llamaba okupas a Harry y Pernía), ha sido totalmente desastrosa en todos los sentidos, no hay masa social, solamente cuenta con “la gradona”, se han cargado la cantera, una de las mejore de España; en el primer equipo no juegan más que un par de cántabros, en los estamento deportivos no hay nadie de Cantabria, que son los que conocen todas las promesas, tirando de gente de muy poco nivel de fuera (Murcia/Albacete/ Vascos) sometidos a los representantes de la cuerda de la Dirección Deportiva. Una ruina.
Todas estas cosas me parecen preocupantes, y aunque el Racing es una entidad privada, no es menos cierto que allí han ido a parar más 50 millones de euros públicos en la época de Marcano-Agudo, mediante subvenciones y aportaciones de capital, del dinero de los Cántabros, mas otras subvenciones y ayudas del Ayuntamiento de Santander.
De hecho, la Alcaldesa de Santander Gema Igual, que cede el Estadio al Racing, ha hecho una declaraciones totalmente desafortunadas indicando la “garantía que le da Higuera” en esta nueva operación, lo que me parece un dislate, (en su línea de postureo – esta chica no se pierde un evento-foto-, pues aunque ha sacado mayoría absoluta, por demerito de sus rivales, en lugar de acudir a todos los saraos, debería meter mas horas en el Ayuntamiento y apremiar para gobernar y que las eternas obras concluyan en plazo y dar solución al tráfico), al tiempo que ha firmado un convenio para la reforma del estadio con nuestros carísimos impuestos.
En definitiva, aquí hay gato encerrado, y ya va siendo hora de que el racinguismo auténtico reaccione ante todas estas tomaduras de pelo, como la atomización, operación que debería ser objeto de investigación judicial, donde se diluyo el dinero de miles de racinguistas a cambio de acciones que no tenemos y que fueron a parar a Pitma, como consecuencia de las operaciones societarias (acordeón) llevadas a cabo.
La operación de la pampa me parece otra farsa más (Capitulo V) y si no, al tiempo: el mejor Juez.