Hamás es un grupo terrorista que no representa los intereses del pueblo palestino en absoluto, y que en esta crisis a quien ha beneficiado única y exclusivamente es a Netanyahu, proporcionándole la excusa perfecta para la invasión y el genocidio.
Los altos dirigentes de Hamás no viven en Palestina sino en Qatar, Irán y otros países del golfo.
El pueblo palestino no tiene ninguna oportunidad de repudiar a Hamas, de pedir que se liberen los rehenes o de decir : no nos representan. Ninguna he dicho y bien digo porque si así fuera de hubiera hecho.
El pueblo palestino no tiene voz, no tiene ni estado ahora, no tiene autoridades que negocien en su nombre, no tiene a nadie ante la barbarie que están sufriendo.
Netanyahu ha tenido la oportunidad de seleccionar y combatir de manera quirúrgica, a través de sus servicios de inteligencia, a Hamás, pero no lo ha hecho, porque no le interesa la desaparición de un grupo terrorista que le está conduciendo a cumplir su sueño: la desaparición total del pueblo palestino mediante la masacre o la huida como refugiados ( una opción que no tienen ya tampoco).
La única opción de acabar con Hamas hubiera sido precisamente el reconocimiento de un estado palestino y el apoyo a esos legítimos representantes para acabar con Hamas, pero no son esos los intereses de Netanyahu.
Nos asiste el derecho a pensar que el ataque de Hamas y la captura de los rehenes ha sido planificado desde y con Netanyahu. El universo no proporciona casualidades tan ventajosas.
Hamas sacrifica al pueblo palestino y a los propios militantes sin poder, a los que utiliza como carne de cañón para defender los intereses de Netanyahu mediante las compensaciones que no conocemos para los que realmente tienen el poder en la organización.
Los que hemos visto películas de indios de pequeños sabemos que cada vez que iban a fumarse la pipa de la paz aparecía un vendedor de rifles: indio, vaquero o perteneciente al Séptimo de Caballería que organizaba una matanza para que provocara una reacción. El caso era vender rifles. Nada nuevo en la historia de los HGP.
Personalmente me coloco entre los que no se callan, siempre lo he hecho y lo haré hasta el último aliento
Es lo único que puedo hacer. Pero esto sí lo puedo hacer.
Porque si llegamos a ser millones, y millones y millones los que no se callen, el mundo cambiará. Actúa, pon tu granito de arena, comparte, participa, denuncia, no te calles, no seas un oportunista y sólo hables cuando sea tarde….. no hay más que cobardes que sobreviven en sus míseras existencias pensando en sus 365 días y sus findes o vacaciones ….la justicia Divina llega a todos, también a los que callan y otorgan el destino de inocentes a manos de sicarios que gobiernan países destructores de vidas …
