No me fío de Alberto Núñez Feijóo, el nuevo presidente del Partido Popular, entronizado en Sevilla este fin de semana por unos populares que se han aferrado a el como una balsa de salvación tras la debacle provocada por Casado y Egea en su guerra contra Isabel Díaz Ayuso.
Lo siento, se que el PP, quiere ver en Feijóo el nuevo líder que alcance La Moncloa, desbancado a Pedro Sánchez, pero la verdad viéndolo desde fuera, sin forofismos peperos que ahora se pegan por salir en la foto con el, a mi no me termina de convencer, no se si por eso de ejercer de buen gallego de no saber «si sube o si baja».
Es verdad que en su querida Galicia, Feijóo hasta ahora ha sido imbatible ganando con mayorías absolutas, pero Galicia no es el resto de España, y las connotaciones que tienen los gallegos, no las tienen otras regiones de España.
Y ahí empiezo a ver muchas lagunas en Alberto Núñez Feijóo, que sin ir muy lejos llevó una gestión de la pandemia poco edificante y muy contraria a la que por ejemplo llevó la exitosa y aclamada presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que seguramente debía ser quien encabezara este nuevo rumbo del PP.
Feijóo, ejerció al más duro de los sistemas para la economía y los ciudadanos, imponiendo el cierre de la hostelería, los pasaportes covid y estrictas restricciones a los ciudadanos, que dejan mucho de desear de un político con ideas frescas y sin ataduras a intereses que no se sabe muy bien que han motivado todo esto de la pandemia.
La debacle llevada a cabo por el tándem Casado-Egea, y el posterior desconcierto del resto del partido, les ha llevado a echarse en los brazos de Feijóo, pero ¿era el gallego la mejor opción para echar a Sánchez del poder y poder contrarrestar el auge de Vox? sinceramente creo que no y viendo como ha organizado el partido y sus intenciones, menos.
Se ha rodeado de parte dela vieja guardia de Rajoy, y de los suyos, los gallegos y algunos andaluces, pero ¿y los madrileños, los auténticos artífices del relanzamiento del PP tras el triunfo de Ayuso en Madrid?.
He visto a la Presidenta madrileña en un segundo plano, no se si por decisión de Feijóo o porque ella misma ha decidido no implicarse demasiado viendo que esta guerra no va a tener un buen final.
Escuchando el discurso de Feijóo, creo que va por mal camino, porque eso de ofrecer a Sánchez para pactar, no creo que sea el camino que piden los españoles, con un personaje como al actual presidente del Gobierno español, que ha mentido, engañado y se ha saltado la Constitución en múltiples ocasiones, porque hay un dicho que dice que «al enemigo ni agua y si es posible, polvorones en el desierto» y eso que quiere el nuevo presidente del PP, es darle oxigeno a Sánchez.
Sánchez está ahora en su momento más bajo dela legislatura como reconocen desde Moncloa, por eso darle ahora aire, propiciándole pactos es alargarle al vida y a la vez propiciar que los de Santiago Abascal, sigan recogiendo votos de aquellos, la mayoría de los españoles, indignados por la situación actual propiciada por este Gobierno social-comunista de Pedro Sánchez.
Lo siento, no creo en este Feijóo, a pesar de ese exceso de euforia que he visto en los dirigentes del PP, este fin de semana y no se si se estarán dando un «tiro en el pie», pero que no se descuiden que ya haya algunas encuestas que empiezan a dar al Vox por encima suyo en intención de voto, como diría José María García ¡¡ojo al dato!!.
