España, en estos momentos se encuentra en período vacacional, “Semana Santa”, fiestas de carácter religioso, especialmente católico, donde se recuerda la “Pasión” (proceso) y muerte por crucifixión de Jesucristo, dando pie a la Era Moderna, hecho que establece el calendario mundial.
A pesar de que el Art. 16.3 de la Constitución Española establece que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”, nuestros redactores del 78 puntualizaron que “Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española, y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones” (sin mencionarlas), y ello lógicamente, porque no puede desconocerse el arraigo, y las tradiciones, que la religión Católica representa (o constituía en aquel entonces) en el pueblo español, como lo evidencia que a día de hoy gran parte de las festividades (exceptuando las vacaciones estivales), vengan motivadas por el “hecho o carácter religioso”.
En este sentido, la semana pasada me llamó la atención un reportaje en la Cadena 2 de RTVE, dedicado a personajes singulares de la historia, en este caso al filósofo alemán Nietzsche, como representante más importante del “nihilismo”, influenciado por otros, como Kant, Feuerbach, Schopenhauer y me pareció muy interesante. (El anterior programa estuvo dedicado a Freud).
Haciendo un asociacionismo con estas fechas, Nietzsche proclamaba que “el hombre habia matado a Dios”, a pesar de su entorno religioso, pues era hijo de un pastor protestante, e ingresó en un apostolado para seguir la misma tradición, pero acabó derivando hacia el “ateísmo”, y ello a raíz de la tristeza y frustración ocasionada por la prematura muerte de su progenitor. En su obra más representativa: “Asi habló Zaratustra”, expone su visión de todo ello plasmando la idea del “superhombre” y del “eterno retorno”. En síntesis, y dicho “grosso modo”, venia a decir que si el hombre habia “matado a Dios”, se habría liberado y despojado de todas las ataduras morales que la religión comporta, pero al tiempo se enfrentaría a un “gran derrumbamiento” y un “vacio desolador y con el mar plenamente agotado, un espacio vital sin esperanzas y el horizonte borrado”. No obstante, seguía proclamando, que al igual que Buda, la muerte de Dios seguía proyectado sombre en la caverna, y que habría de ser extinguida por el Superhombre, esto es, si el hombre no se sobrepone a si mismo, no entraría en una “historia superior”.
Sin duda, Nietzsche fue un hombre dotado de un gran talento para profundizar en estos campos en la forma que lo hizo, como tantos filósofos ilustres, para llegar a semejantes y respetables conclusiones. Sin embargo, según el autor Filosofo y Teólogo (y Teologo-Filosofo) Hans Küng, del que se soy ferviente admirador (a pesar de que fue proscrito por su amigo y colega el ex Papa Ratzinger), dice en su Libro ¿Existe Dios? (en el que hace un magistral análisis de todos los filósofos y pensadores de la historia moderna a lo largo de más de 1000 páginas, a fin de que cada cual extraiga sus propias conclusiones), refiriéndose a la antecitada obra que ms define a Niestzche´(Zaratustra), manifestó que fue escrita en 1882, en Roma, encontrándose en una especie de depresión, puesto que la mujer de su vida, y admiradora de su obra, la rusa Lou Von Salomé, le deniega por segunda vez la petición de matrimonio, decantándose esta por su amigo Paul Ree, del circulo de amistades que frecuentaban, el citado Freud, Wagner, etc, manifestando el filósofo que aquel “fue el peor invierno de su vida”.
Por tanto, volviendo al principio sobre las fechas que nos encontramos, un hecho innegable es que, a día de hoy, Sábado Santo, seguimos conmemorando la muerte de Jesucristo, y España es uno de los países con más tradición y sentimiento se conmemora, con procesiones en la mayoría de las capitales, siendo un hecho que no pasa inadvertido a pesar de los tiempos tan convulsos en los que nos estamos moviendo, y con las vicisitudes para el cristianismo y el catolicismo.
Llevamos más de 2000 años siguiendo este acontecimiento, y la Iglesia es la única institución que ha logrado mantenerse a lo largo del tiempo, por encima incluso de los Estados (de creación moderna) de los Imperios, que acabaron derrumbándose todos y cada uno de ellos. Es por ello que, independientemente de las creencias religiosas de cada, o el debate sobre la existencia o inexistencia de Dios (siendo respetables todas las posturas), lo cierto es que la Historia nos habla de una persona llamada Jesucristo, que predicaba el bien, la no violencia, que fue injustamente acusado (por blasfemo, agitador de masas), condenado y crucificado por los judíos ortodoxos, fariseos y publicanos (recaudadores de impuestos), y ello debe ser motivo de reflexión. De su cadáver nada se supo, al contrario de los algunos de sus discípulos, y otros personajes históricos, lo que no deja de ser curioso.
Para finalizar, me parece muy oportuno referirme a un detalle que me ha llamado poderosamente la atención. Desde ayer, Viernes Santo, en la explanada al lado del Pabellón de Soto de la Marina, vi un templete, sillas, una barra de bar, y lleno de banderines, puestos de helados y churros, con música desde las 8 de la tarde a las 2 de la madrugada, me paro a preguntar y para sorpresa me dicen que están celebrando la “Feria de Abril” (recalco, en plena semana Santa), y hoy por la mañana los caballos rocieros, ¡OLE¡, no solo no estoy en contra de ello, al contrario, pero sinceramente me parece fuera de lugar y de contexto.
Creo que la corporación municipal, o quien sea el promotor, podía haber esperado una semana más, ya en fechas apropiadas, pero además los vecinos y establecimientos de la zona lo agradecerían. Esto es España.
