Resulta curioso ver como todos los medios de comunicación tanto hablados como escritos y los tertulianos, voceros y juntaletras afines al PP, han salido al rescate del débil líder de los populares como es Alberto Núñez Feijóo, tras la primera jornada de la moción de censura presentada por Vox, y su candidato Ramón Tamames.
Quienes nos consideramos imparciales y no miramos ni a un lado, ni a otro, ni tenemos intereses como el cien por cien de tertulianos y comentaristas, que buscan que su partido emerja y pueden seguir teniendo sus ingresos garantizados, hemos visto una primera jornada de la moción de censura bien distinta a la que hoy nos están intentando trasladar para convencernos que es un desastre.
Al PP no le interesaba de ninguna manera esta moción de censura porque su líder, con pies de barro, no iba a tener ningún protagonismo al no tener el acta de diputado y porque como es habitual en los populares, esperan que la manzana, llamada Sánchez, caiga por si sola, como si la fuerza de la gravedad lo tuviera que hacer todo.
Se negaron a presentar ellos la moción de censura, seguramente por el miedo a que Fiejóo, no tenga la capacidad de debatir con contundencia contra Sánchez, como se ha podido ver en el Senado las veces que han tenido un cara a cara, donde el Presidente del Gobierno, le ha ganado siempre la batalla, a pesar que hayan querido disfrazarlo los medios y voceros afines a los populares.
Y ahí si ha estado listo Vox, presentando esta moción de censura, que desde fuera apuntaban a desastre, por el candidato de 90 años, como el profesor Tamames y por las condiciones que se daban a dos meses de las elecciones autonómicas y municipales, donde el PP de forma equivocada lo quiere fiar todo, cuando habitualmente no se vota de la misma forma que si fueran Generales.
Santiago Abascal, sabía que se jugaba mucho, entre otras cosas porque en los últimos meses había tenido un perfil bajo, con pocas apariciones y unas encuestas que, aunque con Vox no son fiables, le daban a la baja y porque la previa de esta moción de censura estaba cargada de críticas de los medios y tertulianos peperos.
Pero no defraudó Abascal, comenzó hablando de algo que es obvio y que no les gusta escuchar a la mayoría de los periodistas y medios de comunicación y es el constante desprecio a Vox y su líder y luego viniéndose arriba en la réplica a Sánchez, donde seguramente tuvo su mejor intervención como parlamentario, demostrando que puede ser el quien lidere la oposición ante al ausencia efecto y por defecto de Feijóo, que ni quiso estar presente como invitado.
Luego llegó el turno de Ramón Tamames, que sorprendió cambiando el discurso filtrado a los medios de comunicación, y atacó en los puntos importantes donde debía hacer como el idioma, la memoria histórica, o las leyes para proteger a las mujeres, auténtico desastre del Gobierno de Sánchez, que sólo había que ver la cara desencajada de este para saber que le estaba dando donde más el dolía.
Pero faltaba la puntilla a la protegida de Sánchez, Yolanda Díaz, a la que quiere promocionar el Presidente del Gobierno, y tras largarse un discurso inerte sin pan ni sal, incluso dando lecciones a toda eminencia económica, se llevó el mayor zasca de la mañana, al no replicarla y dejara con un palmo al decirla «que sintetice más sus puntos de vista para que los podamos disfrutar con más calma» y ha agradeciéndola «las lecciones que recibimos» en economía, todo un golpe que parece ha pasado de largo para los medios.
Es una moción de censura que se está viendo que ha sido acertada para Vox y para el propio Santiago Abascal, en un momento que lo necesitaban y que ha dejado en evidencia a Sánchez, su Gobierno y a todos sus socios de investidura y legislatura, como para que digan los voceros y medios afines al PP, que es un desastre, querrán decir para los populares y el propio Feijóo que ni está ni se le espera.
