Por Marcelino Pérez
El escándalo de las comisiones de Abalos, Koldo y Cerdán, adornado, en algunos casos con los episodios más sórdidos de putas y “sobrinas”, conmociona a la opinión pública mientras el gobierno de España, del que dependen las adjudicaciones de obras públicas origen de la corrupción, afirma de no haberse enterado de nada, hasta que la Guardia Civil presentó ante el juez unas conversaciones que no dejan lugar a duda.
Parece que los ministros, los subsecretarios, directores generales, jefes de servicio, departamento de prensa, etc. no leen los periódicos. Ni en papel ni en versión digital. Tal parece que a los dirigentes del PSOE se les olvida que unos cuantos periodistas advirtieron, con muchos meses de antelación, lo que estaba pasando. La respuesta de los dirigentes socialistas fue tan obtusa como afirmar que todo eran bulos, mentiras lanzadas por la extrema derecha, la fachosfera y los pseudo medios.
Conviene recordar que periodistas como Ketty Garat y otros muchos informaron de las andadas de Ábalos meses antes de que se conocieran sus correrías y que las sospechas sobre Santos Cerdán se apuntaron semanas antes de que la UCO destapara su trayectoria, presuntamente delictiva.
Hubiera bastando con que los dirigentes socialistas, incluidos los dirigentes de provincias españolas que ahora se refugian en la lejanía y la ignorancia, hubieran llamado a la sede socialistas de la calle Ferraz de Madrid para pedir que, al menos de forma preventiva, se investigara si las noticias sobre las andanzas de Koldo, Ábalos y compañía tenían alguna base.
La fe del carbonero no es aceptable en un dirigente político. Poner la mano en el fuego no sirve, si una vez quemada el abrasado no se da por aludido. Los casos de corrupción han aparecido con pruebas tan contundentes que es casi imposible negarlas. Bien es cierto que un cántabro – ¿Por qué siempre damos la nota? – como José Félix Tezanos, el Gurú que nunca acierta con sus encuestas del CIS, dice que no hay pruebas y que quizás todo sea un montaje. El consuelo es que el prestigio profesional de Tezanos es cero, como los aciertos de sus sondeos electorales.
Lo razonable es que cuando un diario, incluso un pseudo periódico, publica una información que afecta al partido, se haga una investigación para confirmar la insolvencia de esos informadores de la fachosfera o comprobar que son ciertas las noticias y que no existen pseudo medios, sino periodistas que trabajan y ponen su nombre en las noticias que escriben.
En Cantabria el silencio de los socialistas es atronador. Nadie dice una palabra, como si no pasara nada. Ni siquiera un toque de atención al cántabro Tezanos para que no aumente el problema, porque su desprestigio contamina a todos en el partido socialista.
Esperemos que, de ahora en adelante, los socialistas lean, escuchen o miren los medios de comunicación y cuando vean noticias preocupantes sobre su actuación, o la de sus compañeros, no desprecien a los informadores y realicen una investigación interna para comprobar la veracidad de lo que dicen los pesudo medios y los periodistas de la fachosfera. Y ya, de paso, se olviden de clasificar a los periódicos en
reales o en pseudo medios, porque lo importante es lo que dicen esos medios, no lo que otros creen que son.