Ayer, día 14 el Diario Montañes publicaba una entrevista a Lorenzo Vidal de la Peña, Diputado del Partido Popular, quien ya había hecho publico que “abandonaba” (espero que momentáneamente) la vida política para centrarse en la empresa privada.
Antes de nada, tengo que manifestar que ha sido un honor compartir durante esta legislatura todos los Martes una tertulia en radio, Cantabria FM, con Lorenzo Vidal de la Peña, donde pude captar el entusiasmo, y capacidad política para decir con absoluta honestidad todo lo que pensaba Cantabria, tanto lo bueno como lo menos bueno del Gobierno, pero lo más importante es que lo hacía siempre con espíritu constructivo, aportando ideas, proyectos para sacar adelante a esta Comunidad del atolladero en el que nos encontramos por Gobiernos desnortados y sin ideas claras de lo que hay que hacer.
Creo que Lorenzo ha sido víctima de la actual mediocridad que se ha instalado en la clase política en Cantabria, no solo en el Partido Popular, donde Iñigo de la Serna, mira para otro lado, para ser más precisos, para arriba, puesto que Feijoo (que da por descontada su victoria en las próximas generales) cuenta con él para responsabilidades más elevadas, y la actual Alcaldesa de Santander, Gema Igual, bastante tiene con mantenerse a flote en las agitadas aguas políticas de la capital, con una serie de conflictos de final incierto.
Por otra parte, la llegada de Feijoo a la Secretaría General del Partido, fiel al continuismo, ha decidido apostar por Mª José Sáenz de Buruaga para la Presidencia de Cantabria (por ser quien además controla el aparato), lo que ha supuesto un jarro de agua fría para la mayor parte del Partido, sino para la ciudadanía de Cantabria, que no la ve como la candidata adecuada para dar el giro que se necesita esta Comunidad, y ojalá me equivoque.
La Sra. Buruaga esta al nivel de los restantes cabezas de lista de la competencia, también de “perfil bajo” (bajísimo o ínfimo diría yo), tanto en el Partido Socialista (con Zuloaga), Vox (Leticia Diaz), Ciudadanos (con Felisuco), y el PRC con el incombustible Revilla, sin duda el más listo de todos para sobrevivir en esta fauna política a pesar de sus 80 años, pero no para Gobernar, pues ya está amortizado, y es hora de que de un paso al lado, puesto que lleva 30 años en las más altas responsabilidades en Cantabria, dejándola de mal en peor y en caída libre desde todos los parámetros que quieran analizarse.
En este escenario, creo que el Partido Popular, aunque salga victorioso en las próximas elecciones (fundamentalmente por demérito de los actuales dirigentes, por el cúmulo de escándalos y desaguisados) lo que esta de por ver, ha perdido la ocasión de apostar por un hombre como Lorenzo Vidal de la Peña, que, a mi juicio (y que conste que no tengo una relación personal especial con el, mas allá de la de contertulio), reúne una serie de circunstancias muy propicias para haber encabezado la lista como candidato a la Comunidad de Cantabria por el partido Popular. A saber:
1º).- Es una persona preparada y con contrastada experiencia en la gestión empresarial. Es un emprendedor en toda la regla, con una trayectoria excepcional que es publica y notoria, en un sector tan delicado y complejo como es el de la automoción, entre otros.
2º).- He podido percibir que es un “vocacional” con ganas de hacer algo por los demás, venía a la política no solo avalado por su trayectoria privada intachable, sino también cuasi publica, pues fue un buen Presidente de la CEOE Cantabria. Quiero decir con ello que venia a la política con animo constructivo, creativo y aportar su experiencia en todos los ordenes para trasladarla a la ciudadanía de Cantabria, tan necesitada de Proyectos, ideas, entusiasmo para volver a estar al lugar que tradicionalmente nos corresponde, y desprendernos de la anchoa, el sobao y del jubileo lebaniego (por cierto, y al punto, hasta el Abad de Santo Toribio ha tenido que decir que es una manifestación religiosa, no un tablao flamenco). No le dejaron.
3º).- Es un hombre que vino a la política a servir, no a servirse de ella. Lorenzo tiene su actividad ya consolidada, incluso contracorriente, y no tiene nada que demostrar, al contrario de infinidad de gente que hay hecho de ella “su modus vivendi”, y diría que el 99%.
4º).- Trabajador, pues a pesar de estar la legislatura agotada es uno de los pocos que sigue acudiendo al Parlamento, según relataba el periodista del DM, Y nos consta que ha asistido a la mayor parte de los plenos. Soy testigo porque en muchas tertulias no podía intervenir por tal motivo.
5º).- Como decía al principio, era y es un hombre “constructivo”. Su debate, y crítica política venia siempre acompañada de ideas, proyectos para esta tierra, y además perfectamente documentado, denunciando aquellas propuestas del Gobierno totalmente irreales, o gravosas y costosas. Es un hombre positivo, y siempre acababa manifestando que “es un optimista confeso”.
6º).- Es un Liberal, no solo en el sentido económico-político, sino también en lo que a la esfera individual se refiere. Su condición y su situación, le han permitido expresarse con absoluta libertad y honradez diciendo todo lo que pensaba (agradara o no), no solo desde su escaño, sino también dentro del Partido Popular con el que ha sido “sanamente crítico”, lo que explica que se le haya cerrado el paso.
Es una pena que personas que reúnen estas características, y además en la mejor edad de la vida (ni joven ni mayor) no muy abundantes en la vida publica, sean devoradas por la mediocridad, y por las ambiciones de otros, pues como diría el gran periodista Miguel Angel Aguilar, “en política el enemigo viene del fuego amigo”, desde luego no quiso venderse bien, sino decir y hacer lo que pensaba, pero en política no es la mejor receta.
Vaya mi agradecimiento como ciudadano a un Diputado como Lorenzo, con el que creo haber estado dignamente representado estos cuatro años, con el deseo de que se tome un tiempo de descanso político, pero que no descarte volver a la arena cuando las circunstancias sean más propicias.