Por Marcelino Pérez
El resultado de las elecciones en Castilla y León tiene, sin duda, una lectura cántabra. La primera conclusión es que Ciudadanos es un partido muerto en vida, un socio que vale mientras dure la legislatura, 16 meses, pero que carece de futuro.
Esto tiene importancia para el Ayuntamiento de Santander en el que Ciudadanos es un socio vital y también para las relaciones del PP con Vox que bien pudiera tener un gran resultado en las próximas elecciones.
Lo ocurrido en CyL deja a Ciudadanos en el ayuntamiento de Santander sin fuerza para seguir imponiendo sus ideas a la alcaldesa Gema Igual. El problema que se ha generado con la ruptura sin acuerdo del contrato de la limpieza de Santander ha demostrado que con el cambio traumático de concesionaria, de una empresa cántabra para dársela a una vasca, no ha mejorado los criterios de limpieza urbana.
El fiasco de la demolición suspendida del balneario de la Magdalena unido a la pérdida de una ayuda europea pone de manifiesto que la coordinación entre los concejales populares y centristas no está bien engrasada.
Por otra parte, el socialismo cántabro recibe una llamada de atención, porque el resultado en CyL ha sido malo para el socialismo y para la izquierda en general. Si quieren mantenerse en el gobierno regional deberán cambiar algunas políticas y alejarse del seguidismo al ejecutivo de Sánchez que está en franco declive.
Vox recibe una inyección de optimismo y, sin duda, animará a votantes de la derecha, que temían que su voto a Vox se perdiera, a apostar con el partido de Abascal.
La ultraizquierda ha visto como apenas tiene hueco fuera de las grandes urbes y en Cantabria será difícil que Podemos o su nueva marca logren entrar en el Parlamento o en los ayuntamientos.
El PRC puede ver en excelente resultado de las marcas locales en Soria o León como un espaldarazo a su gestión y, aunque tantos años en el gobierno desgastan, el partido de Revilla parece tener asegurada una cantidad de escaños en Cantabria que le permitan ser el juez tras los comicios y elegir socio para gobernar.