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viernes, febrero 7, 2025

LATIDOS E INCONGRUENCIAS DEL SIGLO XXI, “La democracia en entredicho”

Hemos agotado un cuarto de siglo XXI, y en teoría vivimos mejor, pero aún no nos desplazamos en platillo volante, como se pensaba en los años 70/80, a la luz de las películas como “Star Wars” o “2001 una Odisea en el Espacio”, de momento nos conformaremos con los drones.

La realidad es que, sí, aparentemente vivimos mejor, tenemos muchos más medios y avances tecnológicos, pero el día a día y los conceptos vitales básicos son prácticamente idénticos al pasado siglo: vamos al trabajo (a pesar de que el teletrabajo se impone) a la compra, al médico, incluso al cine, quedamos con amistades, viajamos mas y más rápido (sin entrar en detalles), nos comunicamos (o incomunicamos) mejor pero en lo fundamental seguimos haciendo las mismas cosas.

Diré más sigue habiendo injusticias, la diferencia de razas, religión, etnias permanece, la brecha social es más acusada, cada día hay mas megarricos (antes señores feudales) y más pobres, permanece el caciquismo en África y otros continentes, al igual que las dictaduras, los conflictos territoriales, monopolios, oligopolios, guerras comerciales e incluso religiosas, a los que se han añadido las neo ideologías, wok, cambio climático y feminismo con fines alienantes.

Quiero decir que poco hemos aprendido del pasado (especialmente las guerras mundiales). De nada, o muy poco, han servido los avances democráticos, la lucha por los Derechos Humanos, la defensa de la Libertad con todas sus derivadas y por crear un futuro mejor y en paz. Los intereses, el poder y el dinero todo lo corrompe, pudre y anula.

En este escenario, hay una cosa que me está llamando poderosamente la atención, como es la crisis democrática que estamos viviendo en lo que corre en el presente siglo XXI. De hecho hay filósofos en Harvard que vienen cuestionando este sistema por la deriva que está tomando, a pesar de que en el (Siglo XX) era definido y comúnmente admitido como “el menos malo de los regímenes” (políticos).

No obstante, vemos que, con las nuevas tecnologías, las redes sociales, la manipulación del voto por correo, o la compra de los medios de comunicación por los poderosos, influyen e inciden en los resultados y en los procesos electorales hasta el punto de adulterarlo en muchas partes, algo que no sucedía, o al menos no se hablaba, en la segunda mitad del siglo XX.

Y en este sentido, sobre todo en democracias consolidadas donde es más difícil su alteración, se está produciendo otro fenómeno preocupante, como es la no/aceptación del justo resultado. Ejemplo llamativo lo tenemos en las recientes elecciones democráticas de USA (genuino modelo democrático) en Occidente, Europa y especialmente España, sobre todo el diario oficialista El País, están censurando día si día también al electo Presidente Donal Trump,

lanzándole todo tipo de improperios sin respetar el abultado y claro resultado de los estadounidenses en unas elecciones donde la oposición ha aceptado deportivamente la derrota, como no podía ser de otra forma.

Yo me pregunto: ¿porqué la prensa y algunos sectores no respetan la voluntad del pueblo norteamericano?. Este fenómeno ya se produjo en la anterior legislatura de Trump, donde todos (y digo todos porque ahí está su hemeroteca) los días se atacaba abiertamente a Donal Trump y sus decisiones, cosa que no ha pasado con Biden, instigador principal del mantenimiento de la Guerra de Ucrania.

No veo la misma intensidad crítica en aquellos países que edulcoran dictaduras o golpes militares con “seudo elecciones”, como acaba de suceder en Venezuela, y en Europa quedan dos: Rusia (Putin lleva casi 30 años manipulando el sistema y cargándose a la oposición) y Bielorrusia, cuyos déspotas quieren blanquear su mandato con elecciones adulteradas, fenómeno que se da con cierta asiduidad en Centro y Sudamérica.

Y en tercer lugar tenemos aquellos países donde la palabra democracia, sencillamente no existe, como es el caso de los regímenes dictatoriales puros (donde ni se molestan en convocar elecciones fraudulentas). Estos regímenes están implantados en el resto del mundo: África, Asia y Eurasia, así como los países árabes.

¿Alguien me puede explicar si el mundo ha avanzado, en lo sustancial, respecto a la Edad Media?.

¿Dónde están los medios oficialistas, que no censuran con la misma intensidad y proporción este tipo de regímenes y dictaduras, donde no hay libertad, bienestar, la mujer degradada?

Todo esto explica el flujo migratorio como un fenómeno que se ha dado con especial intensidad en los Siglos XX y XXI ¿porqué será?. Nos están deshumanizando.

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