He tenido la suerte de participar el día 31 de Diciembre 2024, en la 42 Edición de la San Silvestre Santanderina, como también en la primera en el año 1.982, haciéndolo también en la práctica totalidad de las ediciones, salvo algunas, como cuando participé en la San Silvestre Vallecana, incluyendo la pandemia donde la corríamos virtualmente, siendo el único superviviente en activo que queda (dentro del atletismo), aunque me ha parecido ver en la foto adjunta a Quino Otí (otro clásico) que quizá también participara en la primera.
Añadir también, que es la segunda San Silvestre en antigüedad de España (tras la citada Vallecana) y la tercera del mundo (la primera es Sao Paulo, si no estoy mal informado.
Lo cierto es que el pasado 31 de Diciembre, tomaron parte alrededor de 5000 almas, agotándose los dorsales e imperdibles, superando las mejores expectativas, lo que indica el interés que los santanderinos por la misma a pesar de tratarse de una fecha y una hora, 6 de la tarde va in crescendo, a pesar de coincidir con el neofenómeno de la “tardevieja” por parte de la juventud, y los preparativos de la “nochevieja”.
En sus orígenes se trataba de una prueba atlética más, con escasa participación de populares, controlada por la Federacion Cantabra de Atletismo. Con el tiempo fue evolucionando hasta entremezclar el lado deportivo con el lúdico, donde se abrió a todo el mundo lo que en mi opinión es un éxito.
Y digo esto, porque para mí, que llevo muchos años en el atletismo, la San Silvestre no es, ni debe ser, una competición atlética como tal, sino algo “espiritual” y por ello, en mi opinión, insisto, la prueba más importante del año porque es el último esfuerzo que hacemos como un rito simbólico de agotar las últimas energías y comenzar el nuevo año con pilas nuevas. Ahí radica la importancia de este evento.
Si a ello lo unimos, como decía, el aspecto lúdico, donde la gente se disfraza, comparte el trayecto, se divierte, se trata sin duda de una manifestación de una modalidad más de finalizar el año que termina, donde todos (as) los participantes se les ve joviales, animados y con ganas de diversión haciendo deporte y esfuerzo (son cinco kilómetros nada fáciles) y por una zona espectacularmente bonita de la ciudad como es el Sardinero, Magdalena y San Martin.
En mi opinión, esa transmutación de lo deportivo a lo festivo ha de perdurar, de tal forma que los que quieran ir más rapido, deben hacerlo, porque es parte del espectáculo, y por facilitar la prueba (es imposible ir todos juntos y además no es conveniente), de tal forma que los homenajes que se realizan han de focalizarse en lo anecdótico, no en ex atletas o ex deportistas que a lo largo de su trayectoria han tenido los suyos, lo que tienen que hacer, en todo caso, es participar del acto como uno (a) más, pues el protagonismo es de todas y todos
los que toman parte activa del mismo, incluso de forma desapercibida. Ha habido años que ha participado Dani Sordo, y otros deportistas, y nos hemos enterado al final.
Tiene mucho mérito en todo ello la Peña de Fondo, especialmente los incondicionales miembros que, prueba a prueba, están días y horas antes, y después, colocando vallas, dorsales, señalizando cruces, etc, etc.
Por ello, creo que el Ayuntamiento debe implicarse muchísimo más en potenciar esta prueba, de tal forma que sea la más multitudinaria del año en Santander y en Cantabria, estudiar un trayecto atractivo, que se impliquen más medios, empresas y colaboradores, y que la participación sea gratuita, y compensar el trabajo, como digo, de todas las personas que la hacen posible, incluyendo con el seguro colectivo de la prueba.
Digo que se debe ser gratuita, como es gratuita la asistencia, por ejemplo en el día de hoy a la cabalgata, con muchísimo mayor coste, como coste es la limpieza de las más de 150 toneladas del botellon de tardevieja y nochevieja.
En definitiva, es momento para pensar que en la San Silvestre de 2.025, sean 7000 u 8000 los participantes den color y alegría en la noche Santanderina.
Feliz 2025 y Feliz dia de Reyes.