Total, que la princesa, con su moño, con los cordones de alumna de segundo, pero ¿no acababa de empezar?, calla, irreverente, iconoclasta, atea…
A lo que íbamos, con el moño, la gorra ladeada, ni un solo pelo se suelta con el viento, y el besamanos y las largas filas de importantes esperando para dar la mano y que les hagan la foto…..
Todo tiene su liturgia, si no estás, no eres nadie y si estás, te esperas a que te hagan la foto…una, dos horas, lo que sea. La importancia, es lo que tiene, mucho sacrificio…
Y la nena sonríe, y la mamá la mira y emite algo que más que una sonrisa es un rictus, a la periodista no se le da bien lo de ser reina, pero cuando le toque hacer de reina madre lo va a bordar, las cosas como son.
La periodista siempre ha estado descolocada en ese papel. No porque fuera periodista o nieta de taxista, sino porque nunca se ha creído que mereciera ese lugar y lo compensa poniendo cara de mala leche para que no se lo quiten, se equivoca la periodista metida a reina…
La periodista es un poco bruta en los análisis, no sabe que nadie de los que ocupan esos lugares se lo merecen, están porque la vida les puso en el sitio y punto. Ahí tienes a la de Holanda, ella, hija de fascista ministro de dictadura de torturadores y sin complejos de ninguna clase. Yo me ligué a un rey porque aprendí a bailar sevillanas y las bailé cuando me sorprendió la suerte…
Como buena facha sabe que desde el poder no hay nada que temer, que nadie te quita nada y lloró en la iglesia cuando sonó el tango…ella se permite ser humana porque sabe que no corre riesgo alguno su divinidad. Letizia nunca aprendió esto…
Volvemos a la nena y a eso que llaman “periodismo”: “uy, qué mona, y qué preparada, y qué bien lo hace”
Qué bien hace…¿qué?
Estar de pie sin doblarse..
Son sobrehumanos. Nunca estornudan, ni necesitan pañuelo moquero, nunca les pica un mosquito o necesitan rascarse la nariz. Parecen salidas del museo de cera, ahora que lo digo, quién sabe…
Tiene diecisiete años, la visten, la arreglan, la peinan, la llevan, la trae y ella está de pie y sonríe. Saluda a sus compañeros de promoción y él la sonríe como que casi, casi, casi, que le guiña un ojo. Como si, pero sin ser…
Sonríe la periodista metida a reina, sonrisa ensayada, sonríe el papá griego alemán desde lo alto de su andamio, sonríe la nena cuando consigue ruborizarse a tiempo… todo como previsto.
Ahora, las casas reales fabrican anécdotas mediáticas para parecer humanos .
Si el tema no llega a estar preparado el cadete acaba en el foso de los leones en menos de diez minutos, se iba a atrever..
Ahora las casas reales producen pies de foto.
La princesa viene, la princesa va, la princesa anda, la princesa se para, la princesa está de pie, la princesa sonríe, qué menos…
¡Qué bien lo hace!, dicen algunos periodistas…qué preparación, qué porte…
Es mas borbónica que su padre que es mucho mas alemán, quise decir griego. Sale al abuelo, ya solo le falta licenciarse en campechanía y sencillez..
¡La que nos espera!…..
…..un cuento de hadas para un pueblo bobalicón que vive de la patraña del torero y la cupletista…..
Coco Bari ©©®
Excelente opinión, la Leonormania como lo denominan ahora, ha sido preparada para tapar en sus horas mas bajas a su rey