Por Marcelino Pérez
Ironizar sobre asuntos trágicos tiene riesgos, pero en ocasiones es necesario llegar al fondo de los hechos. Un menor de edad, pero con los suficientes años para matar a una persona, asesinó el día 11 de marzo a una mujer. Quienes gobiernan tuvieron una buena idea: A una casa donde se acoge a menores de edad con problemas destinaron a una mujer para que los cuidara. Tres chicos, dos machos y una hembra.
Uno de los menores, inimputable dice la ley, tiene un historial de violencia, fugas y altercados. Los tres se habían fugado en una ocasión de la casa. Quienes estaban al cuidado de los menores, inocentes jóvenes en formación, y los responsables de la operación decidieron que esa mujer se quedara, sola, al cuidado de los menores. ¿Qué podía salir mal?
Uno de los tres, con la complicidad del resto, se enfadó desobedeció y se opuso violento. Naturalmente algo que los responsables del gobierno de turno les pareció extraño, imposible. Unos buenos chicos son dóciles y obedientes.
El menor líder del grupo paso del enfado a la violencia y mato a la mujer que debía enseñarles, educarles y controlarles. Qué podía salir mal al dejar a una mujer, sola, para controlar a tres menores. Son menores, todo irá bien.
Los que pregonan proteger a las mujeres no pensaron en el peligro de esa educadora, no. Los menores no son violentos, no delinquen, son siempre inocentes ante la ley.
El resultado: una mujer asesinada y tres menores que seguirán disfrutando de una casa de acogida, cuidadores, cocineros, médicos y demás. La protección de la mujer no era necesaria, total eran menores.
Los que diseñan, autorizan y costean este tipo de operaciones siguen en sus puestos, cobran buenos sueldos y cierran el caso con ese argumento mágico: Es un caso aislado, no se puede cambiar la ley por cada episodio que contradiga la doctrina imperante.
Balance, una mujer a quien se envió sin protección a cumplir una tarea de alto riesgo.
El silencio de los diferentes colectivos feministas debe ser… cómplice. Y nada se cambiará, total una mujer asesinada es un caso aislado y no se debe alarmar a la gente y menos criminalizar a los menores.