Echando la vista atrás, si tomamos como referencia, los comienzos de este precioso espectáculo, nos daremos cuenta de que el objetivo principal era poder ofrecer entretenimiento. Entretener al espectador, al delantero que mete un gol, al centrocampista que da el pase definitivo, al defensa que interviene en la jugada decisiva, al portero que para un penalti, al entrenador que acierta con una decisión táctica… en definitiva, generar ilusión entre todo aquel que vive esto, como una pasión.
Y aquí es donde llegamos a una de las claves de la reflexión, la ilusión no entiende de dinero, entiende de personas. Es totalmente comprensible la postura de los grandes clubes, que tratando de salvar su economía, consideran oportuno el establecimiento de esta “Superliga”, pero queridos mandatarios… el fútbol es mucho más.
El deporte rey no es sólo un Madrid vs Barcelona en el Bernabéu, también es un Paris Saint Germain vs Racing, en el Parque de los Príncipes. Es fundamental entender, que lo que para unos puede resultar “un trámite” para otros puede ser uno de los días más especiales de su vida.
Suena bastante egoísta, establecer una liga la cual, sólo la disputes por el hecho de tener unas cuentas que te respalden. Sin ir más lejos, me vienen a la cabeza, equipos cómo el Ajax o el Benfica, entidades con Champions en su haber, que actualmente no tendrían el derecho de pertenecer a este selecto grupo, por la simple razón de no ser el referente que eran en otras épocas.
Infinidad de dudas, afloran alrededor de este “megaproyecto”. ¿En serio alguien en su sano juicio, piensa que sería justo que el Arsenal disputara competición europea? Cuando actualmente es noveno a 10 puntos del Leicester, tercer clasificado de la Premier League. Yo rotundamente digo no. El “pan” se gana en el campo, y no en los despachos.
Por mucho que se ofrezca este “reducidísimo” número de plazas extras, que se unirían a las ya fijas, no serían suficientes para hacer una competición, más que justa, sana. El principal argumento de algunos de los grandes empresarios, es el poder dar un mayor espectáculo, y mi pregunta es: ¿los millones en el banco lo aseguran?
Si retrocedemos en el tiempo, se nos vendrían a la cabeza millones de encuentros, disputados entre una gran entidad y otro equipo más humilde, que verdaderamente nos hicieron vibrar.
Desde mi punto de vista, cómo aficionado del Real Racing Club, se me ponen los pelos de punta, al recordar las grandes noches europeas, donde logramos vencer al Manchester City entre otros. ¿Ese enfrentamiento que tuvo al Sardinero como testigo, no generó lo que en teoría buscan estos nuevos fundadores? El famoso ”espectáculo” .
Podríamos continuar indagando en algunas de las controversias que traería dicho proyecto, pero realmente sería darles un protagonismo que no merecen. Simplemente, aprovecho para lanzar unas últimas cuestiones, que a mí verdaderamente me inquietan. ¿Cómo reaccionaría alguno de estos equipos al verse ocupando las últimas posiciones de esta “liguilla”? ¿Continuaría siendo el espectacular “show”, que a día de hoy nos venden?
Quizás sea aventurarse demasiado, pero no me imagino a la Juventus de Turín, siendo el colista de la tabla, y disputando un partido, ya eliminado, frente a otro grande europeo. Pero.. en cambio, ¿eso sí que suscitaría interés para el aficionado? Permítanme dudarlo.
Dejémonos de “pulsitos” y conflictos que no vienen a cuento. Sólo existe una cosa clara, cómo apuntaba Florentino Pérez, el fútbol “se muere” y requiere de novedades, que despierten un mayor interés, y generen por lo tanto, mayores beneficios, pero NUNCA anteponiendo la dignidad de los modestos.
¿Fútbol moderno? Llámenlo como quieran, pero no acaben con la ilusión de millones de familias, niños y ciudades enteras que sueñan con recibir algún día a estos grandes clubes, que ahora mismo les dan la espalda. Sí señores, eso también es el FÚTBOL.