Por Marcelino Pérez
El congreso del PP en Sevilla deja algunos indicios de por donde irá ese partido en Cantabria. En Sevilla, los asistentes de Cantabria han comprobado el excelente nivel de relación amistosa entre la número dos del PP, Cuca Gamarra y la alcaldesa de Santander, Gema Igual.
Esa amistad viene a rebajar la euforia de María José Sáenz de Buruaga tras la caída de Casado y su equipo, especialmente de García Egea. Ahora, la sintonía entre Gema Igual y Gamarra vuelve a lanzar la candidatura de la alcaldesa santanderina para sustituir a Buruaga como presidenta del PP de Cantabria.
El congreso popular no puede retrasarse mucho, porque los plazos están vencidos y se acercan las elecciones regionales del año 2023.
En Cantabria el PP aun no lo tiene claro: Por una parte Sáenz de Buruaga recupera opciones al no estar su enemigo Teodoro García Ejea al frente del aparato… pero por otro su posible rival a la hora de presidir el partido en Cantabria, Gema Igual, gana puntos por su buena sintonía con Cuca Gamarra.
En medio de esta pugna y para mantener la incertidumbre, Feijóo y la propia Gamara tratan de que Iñigo de la Serna se ponga al frente de la candidatura del PP a las elecciones regionales de mayo de 2023.
De la Serna se resiste porque sabe que perderá dinero y no está claro que el PP pueda llegar a la presidencia del gobierno regional, ya que todo indica que obtendrá buen resultado, pero lejos de la mayoría absoluta y precisará de aliarse, bien con el PRC, bien con Vox y el sillón presidencial estará muy disputado.
En Madrid se realizan contactos discretos para que la solución sea que Gema Igual presida el PP en Cantabria y sea candidata a la alcaldía de Santander y que Íñigo de la Serna encabece el cartel electoral a las autonómicas del año próximo.
El obstáculo es Sáenz de Burugua, que mantiene un apoyo significativo en las bases populares. Desde la nueva dirección popular se busca ofrecer a Buruaga un buen cargo que facilite su renuncia a presentarse como candidata a la presidencia del PP en un congreso que es ya urgente.
El secretismo de esta negociación es máximo y lo poco que se sabe es que se cocina en Madrid, a espaldas del PP de Cantabria.
