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viernes, marzo 29, 2024

FINALIZANDO 2021

Aunque resulte un tópico esta fecha es propicia para el balance del año que termina, con la esperanza del que el que empieza resulte mejor en todos los sentidos. 

Cada uno de nosotros en el plano individual, seremos los únicos que podamos analizar si este año ha cumplido en todo o en parte las expectativas que teníamos puestas en él, pero evidentemente la prioritaria es la salud, y bueno, al menos podemos estar satisfechos de haber finalizado uno más de mejor o peor manera. Un éxito. 

En el plano colectivo, enlazando con la “salud” (física), solo podemos calificarlo de preocupante, y ello porque a pesar de todas las esperanzas, todos los indicadores, vacunas, PCR, test de antígenos, mascarillas, distancias, cierres de la hostelería (no los centros comerciales), estamos prácticamente igual que el primer día, y eso que llevamos dos años de pandemia, sin que veamos la luz del túnel pues la panacea (vacunación masiva), no ha conseguido erradicar el virus ni todas sus variantes. 

Y resulta altamente preocupante, como digo, porque esta forma de finalizar el año, prácticamente idéntico al anterior, se ha unido una derivada como es el quiebro de la “salud mental”, puesto que ante este escenario de inseguridad, a pesar de los esfuerzos de la fiel ciudadanía, que venimos tragando estoicamente todas y cada una de las exigencias que se nos imponen (1ª dosis, 2ª dosis, 3ª dosis, etc.,etc) para estar en el mismo sitio, se está instalando una depresión individual (cada vez hay más demanda de psicólogos y psiquiatras), sin colectiva de consecuencias imprevisibles, y esto es un hecho innegable que ya lo palpamos día a día. 

Si a esto unimos el desgobierno mundial, donde sus dirigentes políticos prácticamente son marionetas de los organismos supranacionales que dictan las pautas a seguir, y de los intereses de los grandes fondos de inversión, que han fagocitado a los medios de comunicación, imponiendo una serie de pensamiento único utilizando el miedo a perder la salud, como forma de controlar la población y los mercados el escenario no se presenta nada halagüeño. 

En lo que nos toca, mas de cerca, vemos que nuestros dirigentes en el año que finaliza no solo no han sido capaces de controlar la situación, sino que nos han situado en un descontrol total de la pandemia, no hay unidad de criterios, cada Comunidad dicta unas normas, que inexplicablemente finalizan en los Tribunales de Justicia, judicializando medidas sanitarias propias del Gobierno central, totalmente contradictoras estando sumidos en un completo “caos jurídico” en la materia, y todo ello sin la cobertura legal necesaria, como es la “inconstitucionalidad de todas estas medidas”, al no venir respaldadas por la preceptiva declaración de los Estados de Excepción o sitio, como ha recordado el Tribunal Constitucional. Yo jamás pensé visualizar una situación similar. 

Si la situación sanitaria, como prioridad básica de la ciudadanía, esta en quiebra total, la situación política, social y económica no puede ser más desalentadora, pues persisten los problemas de siempre, endeudamiento, paro y recesión (pues no acabamos de despegar en ninguno de los sectores de nuestra economía), se ha unido en el segundo semestre un invitado poco recomendable, desaparecido desde hace 30 años, como es la galopante inflación, que en el mes de Diciembre de este finiquitado 2021, se ha situado en el 6,2% por ciento, lo que es un disparate. 

A pesar de las advertencias del Presidente de Gobierno, han subido de forma preocupante los precios de elementos básicos, combustibles, energía eléctrica, teléfono, gas, y alimentos de primera necesidad como son los lácteos, carnes y pescado, lo que a su vez afecta a una crisis de consumo, unida a la ya maltrecha economía por las restricciones covid, generando una “crisis de consumo”, que paralizará la economía. 

El gasto publico se está disparando, pues la anestesia de las ayudas económicas, paro y subvenciones está adormeciendo una población totalmente abducida con las alarmantes noticias del covid (monotema en los medios), e impide que despertemos y demos un golpe encima de la mesa para exigir responsabilidades a nuestros gobernantes, que están legislando cuestiones totalmente secundarias (a las que no me voy a referir), en lugar de abordar los verdaderos problemas que necesita nuestra sociedad

Por tanto, plasmo algunos de mis deseos para el año entrante 2022: 

  •  Responsabilidad política de nuestros gobernantes. Que hagan un plan de reconstrucción y relanzamiento de nuestra economía en todos los segmentos sociales y económicos. 
  • Un plan sanitario, mediante Ley, que se regule las situaciones de pandemia sin vulnerar ni un solo derecho de los ciudadanos. 
  • Que hagan una política sanitaria seria, con previsiones sanitarias y centros de atención médicas con tratamiento personal y directo, con el aumento de plantilla y medios necesarios, especialmente en investigación. ¿Para cuando la vacuna española? 
  • Exigir a la comunidad científica de forma seria y contundente, una vacuna eficaz (no esto que se está suministrando), sin contraindicaciones ni efectos secundarios. 
  • Que se explique la verdadera realidad de la situación mediante un debate serio en la sociedad, escuchando pros y contras de la actual respuesta sanitaria al covid 19 y sus mutaciones. 
  • Controlar el mercado especulativo (siempre con origen en China donde proceden todos los PCR, Test Antígenos, mascarillas, etc.), de tal forma que a los intermediarios se les persiga por todos los medios (penales, fiscales, y regulativos de la competencia), pare que no desabastezcan los mercados y cuadripliquen los precios tal y como viene sucediendo en esta 6ª ola, con el ómicron por medio, en los test de antígenos y PCR. 
  • Que se prescriba un medicamente eficaz para combatir el covid, sus variantes, mutaciones y cepas. 
  • Que se investigue de forma profunda porque surgió, ¿Cómo y donde? a fin no solo de buscar responsables, sino para que no vuelva a suceder o se pueda prever. 
  • Que se abstengan de utilizar el miedo para tomar medidas ineficaces que transgreden Derechos Fundamentales (Libertad de empresa, circulación, etc.). 
  • Que se haga un Comisión científica y jurídica, con expertos para consensuar en todo el Estado la respuesta a las circunstancias sanitarias. 
  • Que se habilite una Sección Especial en el Tribunal Constitucional para analizar las medidas que puedan adoptarse, en lugar de los Tribunales Superiores de Justicia de las CA, ni de la Sala 3ª del Tribunal supremo, con objeto de evitar resoluciones contradictorias sobre idénticos hechos. 
  • Que, en su defecto, los Tribunales de Justicia de cualquier índole, mientras tanto, adopten sus decisiones de forma imparcial  y valiente, pero nunca bajo el miedo a la salud, como arma que se viene utilizando por las Consejerías de Turno, sin tener competencias específicas en la materia. 
  • Que la vacunación, mientras no exista una vacuna seria, eficaz, y contrastada por la comunidad científica y con resultados indubitados, no puede ser una obligación, sino una opción, ni ello pueda servir para limitar o impedir el libre derecho de los ciudadanos para viajar, acceder a determinados sitios, y a deambular libremente por el Estado Español, al ser derechos de carácter Fundamental especialmente protegidos por la CE. Es un dislate, ni mucho menos confinar a la población. 
  • Exigir responsabilidades a los Poderes Políticos por la gestión de esta pandemia y de sus derivadas, por los daños para la ciudadanía y para los estamentos que componen la sociedad. 
  • Que se prescinda del teletrabajo, sobre todo en la clase funcionarial y médica, salvo excepciones puntuales y debidamente justificadas. 
  • Que de una vez por todas nos pongamos todos a trabajar, a remar en la misma dirección, priorizando regular los aspectos más esenciales que la sociedad: Salud, Economia,  y presentar un horizonte creible a nuestra juventud. 
  • Que los medios de comunicación han de ser imparciales, y no portavoces de los poderes políticos, económicos y mediáticos de turno. Faltan profesionales serios. 
  • Control exhaustivo sobre la gestión de los fondos que previsiblemente puedan llegar de la UE y que sirvan para relanzar la economía. 
  • Que se acabe con las subvenciones y ayudas de forma indiscriminada, y solamente para aquellos casos de verdadera necesidad, pues están sirviendo para fomentar la desidia. 
  • Que quien rechace un empleo automáticamente queda privado de toda ayuda publica de cualquier índole. 
  • Que se deje de estrangular al pequeño empresario y al autónomo mediante la brutal política fiscal y confiscatoria del Gobierno. 

Y por supuesto, salud y bienestar para todos los ciudadanos de este maravilloso País.

Feliz 2022

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