Quiero a través de estas líneas destacar la proeza realizada el pasado domingo por la atleta keniana Ruth Cheptegueti en el Maratón de Chicago (USA) al parar el crono en 2 horas 9 minutos 54 segundos, marca que en mi opinión es estratosférica, y desde luego con muchísimo más valor deportivo que la alcanzada por el difunto Kiptum hace un año en la distancia en 2 horas 00 minutos 43 segundos, que fue noticia mundial, y que esta hazaña ha pasado prácticamente inadvertida en los medios generalistas, respecto a las conseguidas por éste último (DEP) y Kipchogue.
Para mí, que llevo muchos años en esto, el hecho de que una mujer (con evidentes limitaciones físicas en el deporte respecto al hombre), haya bajado de las dos horas diez minutos me parece un reto de finales del Siglo XXI.
En el año 1.998 fui testigo directo de otro record mundial (femenino) realizado por la atleta keniana Tegla Leroupe, en el Maratón de Rotterdam (Holanda) a la que solo pude seguir un kilometro, que paró el crono en 2 horas 20 minutos. Cheptegueti ha corrido en diez minutos menos.
Es más, hoy dia en España pocos hombres (por no decir que ninguno) es capaz de correr en esos tiempos. Prueba de lo cual es que su compatriota, ganador, paró el crono en dos horas dos minutos, lo que es un magnífico tiempo, lo que significa que apenas la sacó dos kilómetros.
En mi opinión, como digo, este hecho no ha tenido la repercusión que merece, pues considero que es toda una proeza muy superior a los registros del hombre en la distancia, lo que viene a evidenciar que se están reduciendo mucho las diferencias entre hombres y mujeres, en lo que al Deporte respecta, y la pregunta que nos hacemos es ¿podrá la mujer competir en grandes distancias con el hombre?. Yo no lo descarto, las diferencias se van acortando a pasos agigantados y de hecho esta atleta se ha clasificado entre las diez primeas del Maratón superando a internacionales (hombres).