Esta frase, al igual que la de “váyase señor González”, son patrimonio dialéctico del expresidente José María Aznar.
Y, en efecto, los hechos (aparentes), demuestran que España va bien, y no es ironía, a tenor de los siguientes datos:
1º).- Los beneficios de la banca rozan récords históricos a pesar del “impuesto” a los ricos (Banca y grandes fortunas – del 20% que declaran en España-) de este Gobierno.
2º).- Hay récords de demanda de vivienda en construcción. Dense un paseo por las zonas costeras de Cantabria, todas las promociones están agotadas.
3º).- Los indicadores del paro van en descenso. La patronal de la hostelería en Cantabria, por poner un ejemplo, convocó un evento para fomentar 7000 empleos, y solo se presentaron 70, conclusión evidente: “la oferta supera la demanda”, es una obviedad, ¡no hay paro en el sector¡.
4º).- Las previsiones turísticas en toda España en general, y Cantabria en particular son espectaculares. Muchas terrazas y establecimientos no podrán ser atendidos.
5º).- Los índices macroeconómicos (salvo el déficit) son altamente positivos, de hecho el Ibex 39 está superando los 11.000 puntos, después de muchos años de estancamiento, y no es descartable que puedan alcanzarse los 15.000 de antes de la crisis del 2007.
6º).- Los grandes eventos, futbol, conciertos, etc., etc, agotan entradas (la mas barata muchas veces de 600 euros) con innumerables colas. El Europeo de Futbol veo los estadios llenos, y así podríamos seguir con infinidad de ejemplos: lista de espera en los restaurantes Michelin (que se lo digan a los corruptos de Carreteras de Cantabria), esto no es la España del 36, ni de la postguerra del 39.
Esta situación socioeconómica cohabita con la incertidumbre política derivada del actual Gobierno de la Nación, sujeto (o sometido) a los 7 Diputados de Junts, de los que depende a cambió de la Amnistía, como “condictio sine qua nom” para que Puigdemont sea investido President (a pesar de no resultar ganador), y por la pacificación catalana, además del “referéndum” y todo cuanto pidan.
El precio que está pagando el Gobierno del Sr. Sánchez (especialmente el Estado Español), es elevado pues está sacrificando en apoyo de (su) casa, Instituciones tan prestigiadas como la del Fiscal General del Estado (generando división en la cúpula Fiscal), la Abogacía del Estado (a su servicio), pero sobre todo el Tribunal Constitucional que tiene perfectamente controlado para bendecir las leyes redactadas por el prófugo Puigdemont, y lo que queda del Poder Judicial, como estamos viendo con las próximas Sentencias de los ERTE, lo que solo puede calificarse de inaudito.
Un país donde se han producido transgresiones brutales a la clase media trabajadora, donde las manifestaciones del 1 de Mayo son encabezadas por Ministros, y donde la edad de jubilación ha pasado de los 65 a los 67 años (los padres trabajando y los hijos y nietos en paro), y aquí no pasa nada, al contrario del país vecino, donde se subió de los 62 a lo 63 y a Macron le montaron una huelga general los chalecos amarillos, en España no se mueve nadie.
Por tanto, y es mi percepción general y así lo vengo manifestando, algo estará haciendo bien Sánchez para aquí, a pesar de todo lo dicho (por no referirme a las causas judiciales abiertas en el entorno presidencial), sigue teniendo los mismos votantes que la competencia, la gente no se moviliza porque ha conseguido, de una u otra forma, un bienestar, o zona de confort en la ciudadanía española que no reacciona ni en la calle ni en la urnas, por lo que solo cabe concluir como decía al principio “España va bien”, y no hay más que darnos una vuelta por las terrazas, el vermut y las rabas son imperdonables, y me parece bien.
En definitiva, los ciudadanos españoles que hemos vivido la transición política y económica, el terrorismo, la crisis, el paro, inflaciones brutales, todo lo que está pasando ahora, políticamente hablando, pasa a un segundo plano (queda en lo meramente opinable) y mas para las generaciones futuras, por tanto me reitero “España va bien”…..
